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WASHINGTON — Tanto la Cámara de Representantes como el Senado actuaron con determinación el martes al avalar un proyecto de ley que obliga al Departamento de Justicia a hacer públicos sus expedientes concernientes al convicto delincuente sexual Jeffrey Epstein, una notable muestra de respaldo a una medida que por meses enfrentó reparos del presidente Donald Trump y de la cúpula republicana.
Cuando un puñado de legisladores de la Cámara, de ambos partidos, introdujo en julio una moción para eludir el filtro del presidente de la Cámara, Mike Johnson, sobre qué propuestas se votan, se percibía como una jugada arriesgada, más aún cuando Trump había incitado a sus seguidores a desestimar el tema como un “engaño”.
Pese a ello, tanto Trump como Johnson vieron frustrados sus intentos de frenar la votación.
Ahora, el presidente ha cedido ante el creciente favor hacia el texto legal e incluso ha manifestado que lo firmará. Apenas unas horas después de que la Cámara diera luz verde, el Senado acordó refrendarlo por unanimidad al recibirlo.
La propuesta fue aprobada en la Cámara por 427 votos a favor y solo uno en contra; el único voto disidente provino del representante Clay Higgins, republicano de Louisiana y firme simpatizante de Trump.
En un comunicado, alegó estar en contra del proyecto porque podría revelar información sobre individuos no culpables mencionados en la indagatoria federal.
La firme labor conjunta de los partidos en el Congreso el martes subrayó la intensificación de la presión sobre los legisladores y la administración Trump para que respondieran al antiguo reclamo de publicar los documentos del caso Epstein, un financiero con vastas conexiones que se quitó la vida en una prisión de Manhattan en 2019 mientras aguardaba juicio por acusaciones de abuso sexual y tráfico de menores.
“Estas mujeres han afrontado el trance más duro que ninguna mujer debería enfrentar. Y lo han logrado al unirse y no cejar jamás”, expresó la representante Marjorie Taylor Greene junto a algunas de las supervivientes del abuso frente al Capitolio en la mañana del martes.
“Eso es lo que conseguimos al batallar con tal tenacidad contra las personas más influyentes del orbe, incluso contra el presidente de Estados Unidos, para que esta votación se concretara hoy”, agregó Greene, republicana de Georgia y seguidora leal de Trump desde hace tiempo.
La aprobación de la ley supondría un logro significativo en la prolongada lucha de las víctimas por obtener justicia por los ultrajes de Epstein y por la pasividad de las autoridades durante diferentes mandatos presidenciales.
Una investigación independiente, llevada a cabo por el Comité de Supervisión de la Cámara, ya ha desvelado miles de páginas de correspondencia y otros papeles del entorno de Epstein, exponiendo nexos con líderes globales, figuras clave de Wall Street, políticos de alto rango y el propio Trump.
En Gran Bretaña, el rey Carlos III retiró los honores a su hermano, el príncipe Andrew, y le retiró su residencia real tras la presión ejercida para que tomara medidas respecto al asunto Epstein.
El texto legal estipula la divulgación, en un plazo de 30 días, de toda la documentación y comunicaciones ligadas a Epstein, así como cualquier dato sobre la investigación de su deceso en custodia federal. Permitiría al Departamento de Justicia omitir información relativa a los damnificados por Epstein o a pesquisas federales activas, pero no aquella que pudiera ser comprometedora, perjudicial para la imagen o políticamente sensible.
Trump ha señalado que cortó vínculos con Epstein hace años, pero por meses intentó evadir las solicitudes de revelación de información.
No obstante, amplios sectores de la base republicana continuaron exigiendo la publicación de los archivos. Para acrecentar la presión, las supervivientes de los abusos de Epstein se manifestaron frente al Capitolio esa mañana. Abrigos y chaquetas para contrarrestar el frío de noviembre, y con fotos suyas de adolescentes en mano, compartieron sus vivencias de vejación.
“Estamos exhaustas de sobrevivir al trauma y luego a la instrumentalización política que lo rodea”, comentó una de las afectadas.
Otra, Jena-Lisa Jones, indicó que había votado por Trump y tenía un mensaje para el presidente: “Te imploro, Donald Trump, por favor, deja de usar esto como arma política”.
El grupo de mujeres también se reunió con Johnson y se manifestó frente al Capitolio en septiembre, pero tuvieron que aguardar meses para que se votara.
Esto se debió a que Johnson mantuvo el pleno de la Cámara sin actividad legislativa durante cerca de dos meses y se negó a tomar juramento a la representante demócrata Adelita Grijalva de Arizona durante el paro gubernamental.
Tras ganar una elección especial el 23 de septiembre, Grijalva se había comprometido a aportar el voto número 218 necesario para la moción impulsada sobre los papeles de Epstein. Pero solo después de asumir el cargo la semana pasada pudo firmar la solicitud de votación, dándole así el apoyo mayoritario en la Cámara de 435 miembros.
Pronto se hizo patente que la ley sería aprobada, y tanto Johnson como Trump comenzaron a ceder. El domingo, Trump instó a los republicanos a votar a favor del proyecto.
Sin embargo, Greene comentó a los reporteros que la decisión de Trump de oponerse a la ley había sido una afrenta a su movimiento político “Make America Great Again” (MAGA).
“Ver cómo esto se transformó en una contienda ha desbaratado a MAGA”, sentenció.















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