Tecnologia

Meta triunfa en un litigio crucial antimonopolio y no deberá desprenderse de WhatsApp ni de Instagram

8962061776.png
Dos desestimaciones previas al caso —presentadas en 2021 y 2022— ni siquiera mencionaron la popular plataforma de videos sociales TikTok.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

SAN FRANCISCO (AP).- Meta ha superado un trance crucial para su sector de negocio que pudo haber forzado al gigante tecnológico a desmembrar Instagram y WhatsApp, luego de que un juez determinara que la empresa no posee un monopolio en redes sociales.

El juez federal de distrito, James Boasberg, emitió su resolución el martes, tras la finalización del significativo juicio antimonopolio a finales de mayo. Su dictamen se suma a dos sentencias previas que declararon a Google como un monopolio ilegal tanto en búsquedas como en publicidad digital, lo que representa otro revés regulatorio fuerte para la industria tecnológica, que por años gozó de una expansión casi sin restricciones.

La Comisión Federal de Comercio (FTC) “mantiene su postura de que Meta compite con los mismos adversarios de siempre, que ostenta un dominio entre ese círculo reducido y que lo sostuvo mediante compras contrarias a la competencia”, apuntó Boasberg en su fallo.

“No obstante, independientemente de si Meta disfrutó o no de poder monopólico en el pasado, la agencia debe demostrar que aún lo conserva en la actualidad. El veredicto del Tribunal hoy establece que la FTC no lo ha logrado”.

La FTC alegó que Meta ha conservado su posición dominante siguiendo la premisa del director ejecutivo Mark Zuckerberg, “expresada en 2008: ‘Adquirir es mejor que competir’. Siendo fiel a este lema, Facebook ha rastreado metódicamente a sus posibles contrincantes y ha absorbido empresas que consideraba amenazas serias a la competencia”.

Durante su comparecencia en abril, Zuckerberg desmintió la afirmación de la FTC de que Facebook adquirió Instagram para anular una amenaza. En su interrogatorio, el letrado de la FTC, Daniel Matheson, hizo mención reiterada a correos electrónicos —muchos con más de una década de antigüedad— redactados por Zuckerberg y sus allegados antes y después de la compra de Instagram.

Si bien admite la existencia de dichos documentos, Zuckerberg habitualmente ha intentado minimizar su contenido, argumentando que los escribió en las fases iniciales de estudio de la adquisición y que lo plasmado entonces no reflejaba la totalidad de su interés en la compañía.

La demanda de la FTC sostiene que Facebook también puso en marcha normativas destinadas a complicar el acceso al mercado a competidores más pequeños y “neutralizar las rivalidades percibidas”, justo cuando el enfoque global pasaba de las computadoras de escritorio a los aparatos móviles.

El ecosistema de redes sociales ha mutado significativamente desde que la FTC interpuso su querella en 2020, señaló Boasberg, tanto que cada vez que el tribunal analizaba las aplicaciones y la contienda de Meta, estas ya habían cambiado. Dos desestimaciones previas al caso —presentadas en 2021 y 2022— ni siquiera mencionaron la popular plataforma de videos sociales TikTok. A día de hoy, TikTok “ostenta un lugar central como el rival más pujante de Meta”.

Citando al pensador griego Heráclito, quien dijo que “nadie puede introducirse dos veces en el mismo río”, Boasberg afirmó que algo similar sucede en el ámbito digital de las redes sociales.

“El entorno que existía hace apenas cinco años, cuando la Comisión Federal de Comercio presentó esta denuncia antimonopolio, ha cambiado drásticamente. Aunque en algún momento pudo tener sentido segmentar las aplicaciones en mercados distintos de redes sociales y medios sociales, esa división se ha desvanecido desde entonces”, redactó.

Facebook absorbió Instagram —en ese tiempo una incipiente aplicación para compartir fotos sin publicidad y con un número reducido de seguidores— en 2012. El costo de la transacción, 1.000 millones de dólares en efectivo y acciones, resultó asombroso en aquel momento, aunque el valor del acuerdo se redujo a 750 millones de dólares tras la depreciación de las acciones de Facebook después de su salida a bolsa en mayo de 2012.

Instagram fue la primera organización que Facebook adquirió y mantuvo como una aplicación separada. Hasta ese punto, Facebook era conocido por adquisiciones más modestas, un tipo de transacción común en Silicon Valley donde una empresa compra una *startup* para incorporar a su personal más talentoso y luego clausura la comprada. Dos años después, replicó esta táctica con la aplicación de mensajería WhatsApp, haciéndose con ella por 22.000 millones de dólares.

WhatsApp e Instagram ayudaron a Facebook a trasladar su negocio de las computadoras personales a los dispositivos móviles y a sostener su atractivo entre las generaciones más jóvenes frente al auge de contrincantes como Snapchat (la cual intentó comprar sin éxito) y TikTok. Sin embargo, la FTC aplica una delimitación estricta del campo competitivo de Meta, excluyendo a empresas como TikTok, YouTube y el servicio de mensajería de Apple del espectro de rivales para Instagram y WhatsApp.

Meta no emitió una respuesta inmediata a una solicitud de comentarios.

TRA Digital

GRATIS
VER