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El Fondo Monetario Internacional aconseja implementar reformas con decisión, considera que el Pacto Eléctrico “resulta fundamental”

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Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Estimó que elaborar una hoja de ruta de ingresos a medio plazo, bien comunicada, podría cimentar las bases para una reforma tributaria más extensa, y que la aplicación total del Pacto Eléctrico es crucial para mitigar peligros fiscales y asegurar la estabilidad del sector.

Mediante un comunicado, la entidad notifica que el Directorio Ejecutivo culminó su Diálogo del Artículo IV con la República Dominicana el 12 de noviembre de 2025, y que los funcionarios solicitaron tiempo para considerar su difusión.

Anticipa que el producto interno bruto dominicano cerrará este año con una expansión del 2.5%, y se vigorizará entre el 4.5% y 5% para el próximo año.

Aplauden la reactivación de la actividad económica y que la inflación se mantenga estable, y señalan que si bien persisten amenazas a la baja, la nación está apta para absorber embates gracias a la robustez de sus pilares económicos y la capacidad para implementar medidas.

Sin embargo, sostienen que a pesar de la solidez de sus bases económicas, el gobierno dominicano debe proseguir con gestiones sensatas y ejecutar con determinación el programa de transformaciones.

Aconsejan al gobierno mantener cautelosas políticas fiscales y seguir impulsando la expansión de la inversión estatal, en concordancia con el esquema fiscal de medio plazo y la Ley de Responsabilidad Fiscal.

De igual modo, aprueba el ajuste fiscal, centrado en movilizar recursos públicos y optimizar el gasto gubernamental mediante acciones como eliminar las exenciones generalizadas, protegiendo al mismo tiempo los egresos sociales.

Concuerdan en que la política monetaria es generalmente apropiada y recalcan que reforzar el mecanismo de propagación monetaria favorecería el esquema de objetivos de inflación, impulsando los esfuerzos para reducir las medidas excepcionales de liquidez.

Continuar desarrollando los mercados de capitales del país también podría contribuir a perfeccionar el mecanismo de transmisión, añade.

En lo referente al tipo de cambio, consideran necesario preservar la flexibilidad cambiaria, con intervenciones enfocadas a amortiguar fluctuaciones significativas y restablecer los niveles de reservas para fortalecer la estabilidad exterior.

Los directores resaltaron que el sistema bancario se mantiene firme y que los peligros sistémicos son limitados, a la vez que felicitaron los avances en el marco regulatorio y de supervisión del ámbito financiero.

Adoptar las directrices de Basilea II y III, establecer un conjunto de herramientas de política macroprudencial y robustecer el marco de combate al lavado de activos y financiamiento del terrorismo (LA/FT) siguen siendo prioridades.

Los directores recibieron con beneplácito la ambiciosa agenda de modificaciones estructurales, orientada a potenciar el crecimiento potencial del país y alcanzar la categoría de economía de ingresos altos, según lo estipulado en el Plan Meta 2036. Indicaron que, para lograr estas metas, se requieren esfuerzos constantes para mejorar la gestión, avanzar en las reformas laborales y de seguridad social, e invertir de manera efectiva en infraestructura, educación y sanidad.

Señala que la alta susceptibilidad de la República Dominicana a eventos naturales obliga a adoptar un enfoque integral para disminuir riesgos y aumentar la capacidad de respuesta del país.

Entre las acciones más significativas se encuentran perfeccionar los sistemas para la administración de riesgos de desastres y profundizar en las consideraciones de política fiscal relativas a fenómenos naturales.

Asimismo, atribuyen la ralentización económica de la nación desde finales de 2024 y el primer semestre de 2025 al incremento de la incertidumbre global y a condiciones financieras más restrictivas.

“Hay indicadores preliminares de que la actividad económica se está reactivando, respaldada por el soporte de las políticas monetaria y fiscal, con el crédito, las exportaciones y el crecimiento del turismo mejorando en los meses recientes”, indican.

Mientras tanto, la inflación se mantiene cercana al objetivo y se proyecta que concluya este año 2025 con un promedio de 3.7%.

La situación exterior está alineada con los fundamentos económicos y las políticas sugeridas. Se espera que el déficit en cuenta corriente se reduzca aún más este año, alcanzando el 2.5% del PIB, impulsado por la solidez de las exportaciones y las remesas, y que esté totalmente cubierto por la inversión foránea directa (IED).

Estima que el crecimiento se acelerará al 4.5% en 2026, y a más largo plazo al 5%. Prevén que la inflación se mantendrá en torno a la meta de 4±1%.

Y que el déficit en cuenta corriente se conservará cerca del 2.5% del PIB y continuará siendo cubierto por la IED.

Respecto al déficit y la deuda gubernamental, el Directorio Ejecutivo observa que disminuirán progresivamente, en parte debido a la esperada reducción de las carencias del sector eléctrico y a una mejor focalización de los subsidios a la energía y los combustibles. Esto ayudará a generar margen fiscal para el incremento planificado de la inversión pública, agrega.

La organización multilateral indica que el panorama de riesgos está inclinado a la baja, y la República Dominicana está bien situada para afrontarlos, aunque persisten amenazas externas ligadas a las condiciones financieras mundiales y la alta incertidumbre, además de la vulnerabilidad del país a desastres naturales.

No obstante, aseguran que los fundamentos económicos de la nación son sólidos y existe margen de acción política para responder si estos riesgos se materializan.

En el aspecto favorable, indican, la República Dominicana podría beneficiarse del desvío de comercio y los flujos de IED debido a las variaciones en las políticas comerciales internacionales.

En el frente doméstico, la demora en la ejecución de los planes de transformaciones e inversión pública por parte de las autoridades podrían ser factores negativos para el crecimiento, mientras que una implementación eficaz sería un elemento positivo.

Las reestructuraciones fiscales y estructurales, especialmente en el sector eléctrico, son vitales para mejorar las perspectivas de expansión a medio plazo y seguir fortaleciendo la capacidad de recuperación económica, incluyendo la relacionada con desastres naturales, señala el FMI.

República Dominicana cuenta con pilares económicos robustos y capacidad de maniobra para aplicar políticas en caso de que los riesgos se hagan patentes, por lo que el país se encuentra en una posición ventajosa para encarar la persistente inestabilidad global.

Anticipa que la expansión dominicana se vigorizará en el futuro, apoyada por las medidas de soporte de las autoridades, tras la desaceleración económica experimentada a finales de 2024 y durante el primer semestre de 2025, causada por el aumento de la incertidumbre y condiciones crediticias más apretadas.

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