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La Sociedad Dominicana de Infectología (SDI) comunicó que sigue de cerca el aumento constante de la resistencia a los antimicrobianos (RAM) en el territorio dominicano, lo cual se evidencia en el último Boletín Epidemiológico de la Dirección General de Epidemiología.
Destacó que el informe mostró un incremento notable de bacterias resistentes en años recientes, con predominio particular de *Escherichia coli*, *Klebsiella spp.* y *Staphylococcus aureus*, incluyendo cepas que resisten múltiples medicamentos.
La SDI indicó que esta situación afecta la capacidad del sistema sanitario para tratar infecciones comunes y complica la atención de pacientes ingresados, sobre todo aquellos que han recibido cirugías, están en unidades de cuidados intensivos, trasplantes, tratamientos oncológicos o terapias que debilitan el sistema inmune.
La RAM es reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las diez mayores preocupaciones para la salud pública global, y su avance en la zona requiere acciones conjuntas, inmediatas y continuas.
Por lo tanto, la SDI instó a intensificar las acciones nacionales enfocadas en reforzar la vigilancia epidemiológica, tal como ampliar y modernizar la red de microbiología en centros de salud públicos y privados, y notificar los datos de resistencia con celeridad para una respuesta ágil de las agencias sanitarias.
Además, a implementar Programas de Optimización de Antimicrobianos (PROA), incluyendo equipos de múltiples disciplinas como infectología, farmacia clínica, microbiología y epidemiología hospitalaria. También, fomentar la prescripción consciente de antibióticos y mantener la supervisión de microbianos de uso restringido.
También sugirió reforzar la observancia del uso de antibióticos que requieren prescripción y combatir la automedicación y la venta no regulada de estos medicamentos.
Igualmente, propuso potenciar las prácticas de higiene de manos para prevenir contagios y aumentar la cobertura de vacunas para enfermedades como la influenza, el neumococo, el Covid-19 y la hepatitis B, con el fin de disminuir la necesidad de antibióticos.
En un reporte difundido por la agencia internacional Europa Press en octubre pasado, la OMS alertaba sobre el ascenso de la resistencia a antibióticos fundamentales, lo cual supone un riesgo para la salud mundial.
Señalaba que entre el 2018 y el 2023, hubo un crecimiento superior al 40 por ciento en las combinaciones de patógenos y antibióticos monitoreados.
Asimismo, precisó que en 2023, una de cada seis infecciones bacterianas no respondía a los tratamientos antibióticos.
El estudio global reveló estimaciones de que 22 antibióticos empleados para tratar afecciones urinarias y gastrointestinales muestran resistencia.
“El análisis abarca ocho gérmenes bacterianos frecuentes — ‘*Acinetobacter spp.*’, ‘*Escherichia coli*’, ‘*Klebsiella pneumoniae*’, ‘*Neisseria gonorrhoeae*’, ‘*Salmonella spp.* no tifoidea’, ‘*Shigella spp.*’, ‘*Staphylococcus aureus*’ y ‘*Streptococcus pneumoniae*’ — , cada uno asociado a una o varias de estas infecciones”, detallaba la nota informativa.
La OMS además calcula la resistencia a antibióticos en las regiones del Sudeste Asiático y el Mediterráneo Oriental, donde una de cada tres infecciones presentaba resistencia.
Específicamente, indicó que las bacterias gramnegativas resistentes a fármacos se están volviendo más peligrosas. Dentro de ellas se encuentran *E. Coli* y *K pneumoniae*, identificadas como las bacterias de este tipo con mayor resistencia a medicamentos.















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