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Obtuvo el galardón en 1976, con 22 triunfos para un conjunto que alcanzó 73 victorias, al completar 315 1/3 episodios en 40 inicios, abarcando 25 juegos completos.
Falleció Randy Jones, el pitcher zurdo que se alzó con el premio Cy Young jugando para los Padres de San Diego en 1976, durante una trayectoria de 10 temporadas en las Grandes Ligas. Tenía 75 años.
Jones dejó de existir el martes, según confirmaron los Padres el miércoles, sin especificar el sitio ni el motivo de su deceso.
Jones actuó durante ocho campañas con los Padres de San Diego y dos con los Mets de Nueva York, acumulando una marca de 100-123 y una media de carreras limpias permitidas (ERA) de 3.42. Aún mantiene las marcas insignia de la franquicia de los Padres con 253 aperturas, 71 juegos completos, 18 blanqueadas y 1766 entradas pitcheadas.
Jones se situó entre los mejores lanzadores de las Mayores en 1975 y 1976, siendo seleccionado dos veces para el Juego de Estrellas y logrando ser el primer integrante en conseguir el premio Cy Young para los Padres, un equipo de expansión que debutó en 1969.
Quedó en segundo lugar en la contienda por el Cy Young tras Tom Seaver en 1975, luego de registrar un récord de 20-12 con un ERA de 2.24, el mejor de la Liga Nacional, para un equipo de San Diego que solo consiguió 71 victorias.
Jones se coronó un año después, con 22 lauros para un club que sumó 73 éxitos, lanzando 315 1/3 entradas en 40 salidas, incluyendo 25 juegos culminados, la cifra más alta de las Grandes Ligas. Los Padres, todavía incipientes, experimentaron un alza notable en la asistencia cada vez que él subía al montículo, gracias a seguidores que valoraban su sencillez y su chispa en el campo, llegando incluso a aparecer en la portada de Sports Illustrated.
Anotó el rescate en el Juego de Estrellas de 1975 y se adjudicó el triunfo para la Liga Nacional en 1976. Jamás recuperó su nivel máximo tras sufrir una molestia en el brazo durante su última aparición de 1976, pero continuó como abridor estelar hasta 1982 con los Mets.
Jones era un maestro de las bolas rodadas que confiaba en la sutileza y la precisión más que en la velocidad, lo que le valió el apodo de “Junkman” (El Ladrón). Sus números reflejan una era distinta del béisbol: inició 285 encuentros y tiró 1933 entradas en sus 10 años de carrera, pero solo registró 735 ponches, incluyendo apenas 93 en la temporada en que conquistó el Cy Young.
“Randy fue un pilar fundamental de nuestra franquicia a lo largo de más de cinco décadas”, manifestaron los Padres en un comunicado. “Su influencia y aprecio no hicieron más que crecer tras su retiro, transformándose en un excepcional representante del club y en un auténtico ídolo de la afición. Para quienes tuvimos la suerte de compartir momentos con RJ, era un gozo dialogar sobre béisbol o sobre la vida. Randy estaba profundamente ligado a San Diego, a los Padres y a su familia. Fue una figura crucial en nuestras vidas y en la historia de nuestro equipo”.
Originario del condado de Orange, Jones regresó al condado de San Diego tras finalizar su etapa como jugador y se volvió un emblema de los Padres, tanto en los juegos como en la comunidad. Un local de barbacoa con su nombre se instaló en el antiguo campo de los Padres, el Qualcomm Stadium, y más tarde acompañó al equipo en el Petco Park.
Jones dio a conocer en 2017 que lidiaba con cáncer de garganta, probablemente derivado del hábito de mascar tabaco que mantuvo durante toda su carrera. En 2018 comunicó que estaba libre de la enfermedad.
El dorsal 35 de Jones fue retirado por los Padres en 1997, y fue incluido en el Salón de la Fama del club en 1999.















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