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Belém, Brasil. – Un suceso de incendio ocurrido este jueves en una zona de pabellones de la COP30 paralizó las negociaciones climáticas de las Naciones Unidas y forzó el desalojo de varias estructuras, faltando apenas dos jornadas para el cierre de la conferencia. Las autoridades confirmaron que no hubo lesionados.
El fuego brotó en el sector donde se desarrollan eventos paralelos. A pesar de que los organizadores aseguraron que el fuego estaba bajo control, los bomberos dispusieron el vaciado total del lugar para efectuar chequeos de seguridad. Hasta el momento, no se ha precisado cuándo se reanudarán las actividades.
Viliami Vainga Tone, integrante de la comitiva de Tonga, relató que se retiraba de una junta ministerial cuando una multitud comenzó a correr alertando del fuego. Fue una de las tantas personas que fueron instadas hacia afuera por el personal de seguridad brasileño y de la ONU.
Tone lamentó la pérdida de tiempo en una cumbre donde cada instante es vital.
“Tenemos que mantener el ánimo… al menos contamos con un día entero mañana”, comentó a The Associated Press.
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Unas horas previas al percance, el secretario general de la ONU, António Guterres, apremió a las naciones a mantener la adaptabilidad para lograr acuerdos, aun cuando estos no representen las acciones más audaces.
“La comunidad internacional está pendiente de Belém”, advirtió, recordando que varios plazos ya han expirado y que la COP30 frecuentemente se extiende más allá de sus dos semanas programadas.
Guterres enfatizó que las poblaciones afectadas por inundaciones, sequías y otros estragos generados por el cambio climático “han escuchado suficientes pretextos y demandan hechos”.
El líder de la ONU se mostró optimista sobre la posibilidad de forjar pactos en asuntos delicados, como la descontinuación gradual de los combustibles fósiles y el apoyo financiero para naciones vulnerables. Reafirmó su llamado a triplicar la inversión para adaptación, pasando de 40.000 a 120.000 millones de dólares anualmente, e hizo hincapié en que los mayores emisores deben intensificar sus esfuerzos.
Uno de los ejes centrales sigue siendo el respaldo económico global, con una meta sugerida de 300.000 millones de dólares por año, junto a otros puntos pendientes: la revisión de los planes climáticos nacionales, las restricciones comerciales relacionadas con el clima y los sistemas de transparencia.
El presidente de la COP30, André Corrêa do Lago, había establecido el miércoles como fecha límite para finalizar un borrador preliminar sobre estos cuatro aspectos, pero no se registraron avances.
Más de 80 naciones han presionado por una “trayectoria” detallada para el cese de los combustibles fósiles, luego del entendimiento general—aunque vago—alcanzado en Dubái hace dos años. Guterres mencionó dicho acuerdo, pero no avaló un plan específico como el propuesto por el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.















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