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El joven pelotero de las Águilas Cibaeñas y los Mellizos de Minnesota relata el origen de su pasión por el béisbol.
Hay quienes parecen venir al mundo con un bate bajo el brazo, predestinados desde la infancia a ser jugadores. Pero también existen aquellos que arriban al béisbol por giros del destino.
Algo similar ocurrió con Emmanuel, la promesa número 4 de los Mellizos, quien en su primera campaña con las Águilas no dejó de batear.
Rodríguez, originario de Santiago de los Caballeros, creció como cualquier chico dominicano: practicando lo que se presentara en el momento. Tostao, el escondite, corre que te pillo, y por supuesto, todas las adaptaciones criollas del béisbol: vitilla, tapitas y pelotas improvisadas con tela.
Pero ninguno de estos últimos juegos se practicaba con el anhelo de ser beisbolista. Eran simplemente ratos de esparcimiento.
A pesar de nacer en tierra beisbolera y ser seguidor de las Águilas desde pequeño, su meta no era llegar a ser profesional. Hasta que un día, un vecino cambió su panorama.
Ese vecino acudía al campo a entrenar y le pidió a Emmanuel y a otros amigos que lo acompañaran, no para jugar activamente, sino para colaborar: pasarle las pelotas y recoger los batazos.
Sin proponérselo, Emmanuel terminó dentro del terreno, con un guante puesto.
En un instante, el entrenador del lugar se quedó observándolo detenidamente.
“Recuerdo aquel primer día con mucha claridad. Nos invitaban al parque para que ayudáramos mientras él practicaba, pero cuando el entrenador nos vio lanzando y fildeando, comentó que podíamos ser jugadores; veía un gran entusiasmo y algo de habilidad. Fue allí cuando empecé a ver el deporte de otra manera. Me empezó a entusiasmar”, comentó Rodríguez al Listín Diario.
Con apenas siete años, arrancó sus entrenamientos y se fue enamorando del juego. No obstante, sus inicios fueron complicados, pues su físico no estaba completamente desarrollado.
“Tenía muchas lesiones. Pero al día siguiente me levantaba con mayor ímpetu, porque ya estaba rendido al béisbol”, expresó Emmanuel.
El respaldo de su núcleo familiar fue crucial.
“Mis progenitores siempre estuvieron allí. Jamás me faltó nada. Mi padre se esforzó mucho y mi madre también. Afortunadamente, tuve una crianza apropiada”, aseguró.
Su Trayectoria Profesional
Rodríguez firmó con los Mellizos de Minnesota el 2 de julio de 2019, y desde entonces ha progresado constantemente en las ligas menores, consolidándose como uno de los bates jóvenes más potentes del sistema. Su ascenso ha sido tan firme que concluyó el 2025 como la promesa número 4 de la franquicia, y se prevé su debut en las Grandes Ligas en la próxima estación.
Impacto Inmediato en LIDOM
En su debut en la pelota invernal dominicana, Rodríguez fue uno de los puntos luminosos del torneo.
Bateó 14 imparables en 48 turnos, para un promedio de .292, con 4 cuadrangulares, 11 impulsadas, 10 anotadas, tres boletos, .417 de porcentaje de embasado, .646 de slugging y 1.063 de OPS. Conectó tres dobles y un triple.
“Para mí es un honor contribuir aquí. Este es el equipo que he adorado desde niño. Vestir la camiseta de las Águilas es algo especial”, manifestó.
Además, valora profundamente compartir el *clubhouse* con figuras que él consideraba modelos a seguir.
“Es asombroso estar junto a peloteros como Miguel Tejada, Melky Cabrera, Juan Lagares… gente que uno idolatraba desde pequeño. Es muy gratificante verlos diariamente y aprender de ellos”, destacó.















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