Primera Plana Salud

El “malestar del domingo”: qué lo causa y cómo calmarlo

8969422383.png
Existe un momento de la semana en que el apuro se detiene y la faena diaria cede paso a una tranquilidad singular.

Existe un momento de la semana en que el apuro se detiene y la faena diaria cede paso a una tranquilidad singular. Justo al borde del sábado y del retorno a las responsabilidades, mucha gente experimenta una sensación de vacío y abatimiento difícil de precisar.

Aunque el domingo por lo general se asocia al reposo, en bastantes ocasiones se presenta como un lapso adverso, marcado por la desazón y una intranquilidad constante.

**El “bajón dominical”: una situación común y silenciosa**

De acuerdo con especialistas consultados por Infobae, el desasosiego del domingo tiene su origen en una mezcla de factores anímicos y costumbres que dejan al individuo frente a sus propios anhelos y temores.

Profesionales indican que este sentir surge por la escasez de estímulos y la separación de la rutina habitual, lo cual propicia la aparición de ansiedades y recuerdos ocultos.

Patricia O’Donnell, médica psiquiatra, psicoanalista y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), lo describió como el efecto de “la carencia de incentivos y la distancia del torbellino semanal”. “El cese de la demanda diaria y el reencontrarse con uno mismo puede abrir paso a que emerjan demonios internos, inquietudes y recuerdos latentes”, afirmó.

Muchos tienen problemas para soportar la uniformidad y la pausa, y la mente —sin las urgencias cotidianas— tiende a sacar a la luz aquello que la premura suele callar. Para algunos, la llegada del domingo reactiva angustias infantiles y emociones ligadas a las tareas, los compromisos y el regreso a las obligaciones.

El domingo ocupa un espacio singular: no es enteramente festivo como el sábado ni estrictamente de labor como el lunes, se ubica en un “intermedio” que puede volverse perturbador. Diego López de Gomara, psicoanalista de la APA, lo cataloga como un “ilusión”, ya que si bien parece significar libertad total, en realidad está teñido por la cercanía de una nueva semana y por lo pendiente.

**El domingo, lejos de ser un día de descanso absoluto…**

El domingo, lejos de ser un día de descanso total, a menudo se convierte en un espacio de mirada interna que expone aspiraciones y miedos personales – (Imagen Referencial Infobae)

“El domingo nos devuelve nuestra propia imagen sin distracciones,” explicó López de Gomara. La quietud y la falta de estructura pueden provocar que afloren aplazamientos, sueños incumplidos y cuestionamientos personales que el día a día relega. Como señaló el experto: “El domingo nos confronta, sin ruido de fondo, con la interrogante sobre el propio deseo, y esa pregunta nunca es enteramente cómoda”.

**Tácticas para modificar el domingo y potenciar el ánimo**

A pesar de la carga que podría acarrear el domingo, los expertos coinciden en que existen hábitos y pequeñas acciones capaces de mitigar el golpe emocional de esta jornada. Para O’Donnell, la clave reside en recurrir a la inventiva y aceptar lo impredecible de lo nuevo.

“La capacidad de asombrarse a sí mismos puede surgir en las actividades más simples, desde cocinar hasta atreverse a investigar algo diferente”, sugirió la psiquiatra. El conocimiento propio y el desarrollo de herramientas internas facilitan que la persona se mantenga firme ante las molestias, en lugar de evadir ese encuentro consigo misma.

Sugerencias como instaurar rutinas sencillas y buscar ocupaciones gratificantes pueden aminorar el malestar dominical, según indican profesionales consultados.

López de Gomara añadió que transformar el domingo no significa llenar el día de actividades, sino proporcionarle una estructura básica. Describió el relato de alguien que, al incluir una caminata y dedicar tiempo a un pequeño gusto personal, logró cambiar la atmósfera del domingo. “Lo efectivo, en muchos casos, no es sumar estímulos sin control, sino trazar un límite para que el ánimo halle un punto de soporte y así el inicio de la semana sea menos duro”, puntualizó.

**Distinguir la tristeza temporal de la depresión**

Ante este panorama, la duda sobre cómo discernir el alcance del malestar surge a menudo. La tristeza pasajera —explican los expertos— usualmente se resuelve al cabo de unos días y cuando el individuo se acostumbra a la situación que la generó.

No obstante, la depresión es un trastorno clínico distinto: se caracteriza por la presencia de síntomas intensos y prolongados —pérdida de interés, baja valoración personal, alteraciones del sueño y pensamientos negativos persistentes— que impactan notablemente la vida social, laboral y privada. La depresión requiere atención especializada y un enfoque terapéutico apropiado, que podría incluir terapia psicológica, medicación y respaldo familiar.

**Diferenciar entre una pena pasajera**

Discernir entre una pena pasajera y un cuadro depresivo es crucial para saber cuándo es necesario buscar asistencia profesional (Imagen Referencial Infobae)

**El rol de la consulta profesional y los apoyos sociales**

Cuando la incomodidad del domingo se vuelve constante o evoluciona hacia síntomas más serios, el mensaje de las entidades de salud mental es claro: buscar ayuda especializada es la medida más adecuada. El apoyo experto permite abordar no solo el síntoma sino sus causas primarias, separando situaciones de tristeza esperable de estados depresivos que pueden poner en riesgo el bienestar personal.

Según la Mayo Clinic, los tratamientos actuales —que combinan terapia psicológica y medicamentos según la gravedad del caso— consiguen mejorar el pronóstico para la mayoría de las personas que solicitan ayuda.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

TRA Digital

GRATIS
VER