WASHINGTON D.C. – La administración de Donald Trump silenciosamente redujo la importancia del polémico Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) a solo ocho meses de finalizar su período, argumentando que otras dependencias federales “incorporarán” las prácticas de ahorro de la entidad.
El responsable de la Oficina de Gestión de Personal (OPM), Scott Kupor, confirmó en un mensaje en X que DOGE, una creación del empresario Elon Musk, cesó su papel principal al frente de las iniciativas para disminuir el gasto y la escala del gobierno federal estadounidense, las cuales habían marcado los primeros meses de la segunda etapa de Trump.
“La realidad es que DOGE podría no contar con una dirección centralizada bajo el Servicio DOGE de EEUU (USDS), no obstante, sus directrices se mantienen: desregulación, erradicación de fraude, despilfarro y abusos, la reorganización del plantel laboral federal, y priorizar la eficacia”, enfatizó Kupor.
El líder de la agencia de recursos humanos del ejecutivo federal respondió así a informes basados en sus declaraciones que señalaban que DOGE ya “no existe” en la estructura gubernamental, insistiendo en que organismos como OPM y la Oficina de Personal de la Casa Blanca asumirán estas tareas y las “integrarán”.
Si bien Kupor denunció una distorsión de sus comentarios, no negó el retiro de la agencia, la cual perdió gran parte de su influencia tras la salida de Musk del gobierno a finales de mayo y la subsiguiente confrontación pública con su antiguo aliado Trump, a quien acusó de “deshacer su trabajo en DOGE” con su “detestable” plan de recorte fiscal.
Al ser consultada sobre el futuro de DOGE, la Casa Blanca comunicó a EFE que “DOGE siempre ha estado incorporado en todas las entidades y esto proseguirá. Las agencias continúan mitigando el despilfarro, el fraude y las incorrecciones”.
“La orden ejecutiva que establece el Servicio DOGE de EEUU (USDS) sigue en vigor. El USDS persiste en cooperar con las entidades para modernizar la tecnología y el software federales y potenciar la eficiencia y el rendimiento del gobierno”, aclaró por su parte DOGE en X.
El Departamento de Eficiencia Gubernamental fue establecido por voluntad expresa de Musk, con una vigencia prevista hasta el 4 de julio de 2026 y la meta inicial de ahorrar $1 billón a las finanzas públicas, aunque posteriormente se ajustaron las previsiones de reducción a unos $150,000 millones.
Tras más de 120,000 despidos en el ámbito federal —la inmensa mayoría paralizados por asuntos judiciales—, la disolución de entidades como la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y la suspensión de programas, el gobierno de Trump todavía no especifica la magnitud del desempeño y el alcance de DOGE, organismo que también ha enfrentado varias demandas por su falta de transparencia y el acceso de sus empleados a información confidencial.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.















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