Un 10% de la población dominicana con mayores percepciones económicas concentra el 30.2% de toda la riqueza generada en el país. Por el contrario, el 10% más desfavorecido apenas accede al 2.3% del ingreso total. Entretanto, los hogares de ingresos medios capturan el 16.7% del total nacional, según detalla el reciente estudio Panorama Social de América Latina y el Caribe 2025, presentado hoy por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Pese a esa disparidad, República Dominicana exhibe una distribución más equitativa que el promedio regional. En Latinoamérica, el segmento más pudiente (decil X) acapara el 34.2% del ingreso, superando el 30.2% reportado en el país.
Asimismo, las rentas medias (deciles de I al IV) reciben una porción menor en la región, un 14.1%, mientras que los más pobres (decil I) se quedan con solo un 1.7%, cifra inferior al 2.3% visto en territorio dominicano.
Ciertos países evaluados por la Cepal con mayor acumulación de bienes en las personas más ricas incluyen a Colombia con un 43.9%, seguido por Brasil con un 39.1%, Panamá con un 38.5%, Guatemala con un 36.4%, y Paraguay y Chile con 35.7 % y 35.3 %, respectivamente.
Aunque el país muestra mejores parámetros que gran parte de la región, la Cepal puntualiza que el desafío continúa siendo considerable, dado que un grupo reducido sigue concentrando una gran parte de los bienes nacionales, restringiendo las opciones económicas para los estratos de menores ingresos.
El organismo reiteró la necesidad de reforzar las políticas gubernamentales que fomenten mayor justicia, movilidad social y unidad dentro de la sociedad dominicana.
El análisis también señala que en 2024 “no hubo variaciones notables en el reparto del ingreso” en República Dominicana, dado que el coeficiente de Gini se estableció en 0.395, idéntico al registrado en 2021. Aunque representa una leve mejoría respecto a 2023 (0.387), la Cepal advierte que el progreso sigue siendo limitado.
A nivel gremial, la Cepal manifestó que igualmente existe una lenta inclinación a la baja, pero el coeficiente de Gini promedio de América Latina y el Caribe es el más elevado de todas las zonas mundiales —solo superado por una subregión africana (África Subsahariana)— y excede en 14 puntos porcentuales al medido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El índice de Gini es una métrica estadística utilizada para calcular la disparidad económica en una población, como la distribución de percepciones o patrimonio. Se expresa en un valor entre 0 y 1, donde 0 significa igualdad total (todos perciben lo mismo) y 1 indica desigualdad extrema (un solo individuo posee toda la riqueza).
Un Gini más alto indica mayor desequilibrio, mientras que un valor menor apunta a una distribución más equitativa.
El reporte anual presentado por la Cepal se denomina ” Panorama Social de América Latina y el Caribe 2025: Cómo salir de la trampa de alta desigualdad, baja movilidad social y débil cohesión social”, y el director ejecutivo del ente regional, José Manuel Salazar-Xirinachs, indicó que la entidad ha identificado siete factores principales que provocan la trampa de alta desigualdad, escasa movilidad social y débil unión social, de los cuales cinco son examinados en el informe.
Declaró que proponen cinco estrategias para escapar de este escollo: menguar la disparidad educativa, generar puestos de trabajo de calidad, avanzar en la paridad de género y la estructura de cuidados, confrontar la discriminación y el trato irrespetuoso a los derechos humanos de las personas con limitaciones físicas, Comunidades Indígenas y personas en situación migratoria, y continuar fortaleciendo la estructura social y su sustento económico.
“América Latina y el Caribe debe intensificar sus esfuerzos para liberarse de esta trampa y cumplir con los acuerdos establecidos recientemente en el Segundo Encuentro Mundial sobre Desarrollo Social”, expresó.
*Entre 2014 y 2023 la disparidad de ingresos se mantiene alta con una lenta tendencia a disminuir, el coeficiente de Gini pasa de 0,456 a 0,452 entre 2023 y 2024.
*La indigencia monetaria decrece notablemente de 27.7% en 2023 a 25.5% en 2024.
*La carencia multidimensional se redujo de 34.4% a 20.9% entre 2014 y 2024, atribuido principalmente a las mejoras en infraestructura y servicios.
*Por cada 100 varones con carencias multidimensionales, hay 122 mujeres en la misma condición, este dato permanece estático entre 2014 y 2024.
*La inequidad en oportunidades educativas (combinando logros de acceso y aprendizaje) en América Latina es más del doble que en las naciones de la OCDE.
*Promover la incorporación al mercado formal tendría un impacto de redistribución y en la disminución de la pobreza de los empleados; con formalidad total se calcula que el Gini descendería un 14%.
*Menos del 40% de los individuos con alguna discapacidad entre 15 y 59 años integran la fuerza laboral en contraste con el 75% de personas sin discapacidad en ese rango etario.
*En 2024, la inversión social del gobierno central de América Latina fue del 11.6% del PIB y un 53.7% del gasto público total, lo que indica una estabilización posterior a la contracción post-pandemia.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.















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