Madrid. Un estudio publicado en Scientific Reports reveló que los pequeños dinosaurios omnívoros o insectívoros pueden haber batido sus alas plumosas para ahuyentar a sus presas. Aunque se han descubierto restos de muchos dinosaurios emplumados, hasta ahora sólo se ha descubierto que los miembros del grupo conocido como Pennaraptoran tenían plumas, que eran necesarias para volar.
Los fósiles muestran que estas estructuras inicialmente se convirtieron en alas primitivas o aletas, que no eran lo suficientemente fuertes para volar y cuya función se desconoce actualmente. Jinseok Park, Hyungpil Moon, Yuong-Nam Lee, Sang-im Lee, Piotr Jablonski y su equipo plantearon la hipótesis de que el arrastre de las alas podría haber sido utilizado para buscar alimento, una estrategia de caza observada en algunos insectívoros e insectos modernos. Esta estrategia implica que los depredadores utilicen plumas de colores contrastantes en sus alas y colas para ahuyentar a sus presas, que luego pueden ser perseguidas y capturadas.
Los autores construyeron un robot llamado Robopteryx para probar su hipótesis, basándose en el tamaño, la forma y el rango de movimiento estimados del dinosaurio Pennaraptoran y Caudipteryx, un depredador de tamaño humano. Los pavos reales de dos patas que viven allí tienen alrededor de 124 millones de años.