El lanzador Ángel Padrón estaba tomando una ducha fría cuando fue entrevistado por Enrique Rojas de ESPN. Quería llorar y sentía que no había palabras para describir todo lo que había pasado. Así describió el lanzador venezolano Ángel Padrón sus sensaciones tras finalizar anoche el inicio sin hits ni carreras de la Serie del Caribe ante los Gigantes de Rivas de Nicaragua.
Cuando vi el remate final lo creí y dije que era historia antigua, dijo el zurdo luego del triunfo de Tiburones de La Guaira por 9-0 sobre los Gigantes de Nicaragua. Para entrar en los libros de recuerdos de la Serie del Caribe, Padrón necesitó 88 lanzamientos, de los cuales 57 fueron en la zona de strike. Una base por bolas en la octava entrada impidió que el venezolano celebrara un juego perfecto, pero eso no cambia lo sucedido: sólo me queda este no-hitter, sólo me quedan estos de lo que pasó.
Señaló que tras el ticket se centró en pasar página y se produjo una situación de doble jugador. Dijo que en el cuarto episodio se dio cuenta de lo que estaba pasando, pero no se presionó para mantenerse concentrado en el juego. Mantuve la calma y me dije a mí mismo que no pensaría mucho para que mis emociones no se apoderaran y eso fue lo que hice, me concentré en hacer cada lanzamiento, cada strike y cada entrada.
por ronda. y gracias a Dios se logra el objetivo, demuéstralo. Me desperté pensando que iba a salir a relevarme, pero no fue así, dijo.
Dijo que lo más importante en esta serie del Caribe es la química que han mantenido como equipo y no se han perdido desde que salieron de Venezuela.