Sébastian Haller anotó tarde y la nación anfitriona se recuperó para convertirse en campeona de la Copa Africana de Naciones venciendo a Nigeria 2-1 en la final el domingo. Haller remató desde corta distancia en el minuto 81 para completar la respuesta después de que Franck Kessié empatara para el equipo local en el 62. Este es el tercer título de Costa de Marfil después de ganar en 1992 y 2015, ambos en los penaltis.
El segundo gol de Haller en otros tantos partidos tras recuperarse de la lesión de tobillo que le mantuvo fuera de la fase de grupos supuso una victoria personal para el delantero, un año después de ser tratado por un cáncer testicular. El capitán de Nigeria, William Troost-Ekong, abrió el marcador en el minuto 38 con un cabezazo. A pesar de la derrota, las Super Águilas dominaron en la primera parte y sólo volvieron a amenazar tras el gol de Haller.
Troost-Ekong también anotó en el encuentro de la fase de grupos entre ambos equipos, ayudando a Nigeria a ganar 1-0. Este fue sólo el comienzo de los problemas de los Elefantes, ya que Costa de Marfil casi quedó eliminada en su siguiente partido. Despidió a su entrenador Jean-Louis Gasset, pero se clasificó en tercer lugar y venció al campeón defensor Senegal y luego a Mali en octavos de final (viniendo de atrás en ambos partidos), antes de que Haller llevara al equipo a la final con un gol decisivo contra el Congo.
en las semifinales. El entrenador interino Emerse Faé, ex asistente que tomó las riendas cuando cumplió 40 años, dijo que este era un torneo especial. Nigeria encajó el mismo número de goles que en sus partidos anteriores del torneo.
El técnico José Peseiro optó por un fuerte estilo de juego defensivo para que las Súper Águilas pudieran conquistar su cuarto título. En la final, la presión de los marfileños finalmente pesó sobre el cabezazo de Kessié tras un saque de esquina de Adingra, provocando la explosión de la afición que llenaba el estadio Alassane Ouattara, con capacidad para 60.000 espectadores. Kessié corrió hasta la esquina del campo y se llevó las manos a la frente para saludar a la ola de aficionados vestidos con camisetas naranjas.
El gol de Haller desató celebraciones durante toda la noche en Abiyán y el resto del país.
