A pesar de inyectar a los bancos alrededor de RD$179 mil millones y que la tasa de política monetaria caiga de 8.5 a 0%, el crecimiento de 2.4% en 2023 es el más bajo en los últimos 35 años, con excepción de En tiempos de crisis como la pandemia de 2020 (-6,7%), la crisis financiera mundial de 2009 (0,9%) y la de 2003 por quiebra bancaria (-1,3%), también somos el país con la tasa de crecimiento más baja en comparación con otros países. a nuestros colegas centroamericanos. Este comportamiento, junto con otras variables, es consecuencia de una política monetaria flexible y acorde al ciclo político, y el mejor ejemplo es 2019; La economía crecía a una tasa anual del 5,3% en mayo, pero desde ese mes se han liberado 34.000 millones de dólares en reservas legales y la TPM ha caído un 5,5%.
El crecimiento en 2019 fue del 5,1%. Durante el cierre de la mayoría de las actividades económicas en marzo de 2020, la administración del Sr. Danilo Medina lanzó programas de ayuda efectivos como Quédate en Casa, Fondo de Apoyo Solidario, exención de pruebas PCR de seguros y otras medidas de reducción de impuestos.
Puede leer: Servicios de inteligencia en dictaduras y democracias Monetariamente, de 2020 a parte de 2021 se inyectaron RD$215 mil millones, la TPM cayó de 4.5% en diciembre de 2019 a 3.0% en septiembre de 2020 y esto se tradujo en aumentos interanuales desde marzo de 2021. Base en 23.4%, los bonos emitido por RD52,449 millones (32.2%) y el respaldo pendiente de M1 por 33.4%. A pesar de estas fuertes medidas de estímulo, la economía se contrajo un 6,7% en 2020, aunque se evitaron problemas en el sector financiero gracias al aumento de los impagos crediticios.
La recuperación económica mundial ha provocado un aumento de los fletes y perturbaciones en las cadenas de suministro, lo que ha provocado inflación mundial debido a los shocks de oferta, también debido a una política monetaria demasiado flexible (sincronizada con la política?), la inflación se disparó y en mayo de 2021 se situó en 10,48 %, aunque la postura acomodaticia se mantuvo hasta diciembre de 2021, cuando la TPM se incrementó de 3,0 a 5% en noviembre de 2022 y el agregado monetario está bajo control; Como resultado, la inflación cayó un 9,64% en abril de 2022 (la inflación subyacente o monetaria fue del 7,25%) y finalizó 2023 en el 3,57%, aunque la inflación de los alimentos alcanzó el 6,1%. Como resultado de esta política restrictiva, la economía comenzó a caer en el primer trimestre de 2023; A partir de mayo, la política monetaria cambió para volverse más flexible, con el resultado informado de un crecimiento del 2,4% a pesar de los ingresos récord por turismo, remesas e inversión extranjera. En el comunicado del Banco Central sobre el crecimiento se destacó que éste estuvo por encima del promedio de 2,2% en América Latina, según lo previsto por el Banco Mundial.
Sin embargo, al analizar las cifras del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) del Centro Monetario Centroamericano, vemos que en noviembre (último dato), Costa Rica creció un 5,77 %, Nicaragua un 4,67 %, Honduras un 3,67 % y Guatemala. 3,53%, El Salvador 3,08% y República Dominicana 2,11%, mientras que Panamá en septiembre fue 8,67%. ¿Por qué pasamos del país de más rápido crecimiento al país de más lento crecimiento en Centroamérica?
Hay muchas explicaciones, una de las cuales es que demasiada flexibilidad monetaria durante la pandemia y la pospandemia ha obligado a adoptar una postura muy restrictiva, lo que ha provocado que el crecimiento disminuya y, en menor medida, que no se realicen gastos de capital.