Washington D.C. – Ahora que ya no enfrentan una oposición significativa a nivel nacional, el presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump deben conseguir el martes los delegados necesarios para ganar las primarias del partido de sus respectivos candidatos a la Casa Blanca. El presidente Biden obtuvo 1.857 delegados en las primarias presidenciales demócratas.
Necesita 1.968 – o 111 más – para conseguir la mayoría de delegados en la convención presidencial demócrata, prevista del 19 al 22 de agosto en Chicago (Illinois). Hasta el martes, había 254 delegados demócratas participando en las primarias de Georgia (108), Washington (92), Mississippi (35), residentes en el extranjero (13) y las Islas Marianas del Norte (6). Por su parte, Trump obtuvo 1.076 delegados para la convención presidencial republicana, que se celebrará del 15 al 18 de julio en Milwaukee, Wisconsin.
Necesita 1.215 votos para alcanzar la mayoría de delegados republicanos. El Partido Republicano celebra primarias el martes en Georgia (59), el estado de Washington (43), Mississippi (40) y Hawaii (19). Si Trump, como se espera, gana 139 de esos 161 delegados, obtendrá la mayoría de delegados para la convención del Gran Viejo Partido (GOP) de este verano.
Después del Súper Martes, Biden y Trump claramente apuntan a una revancha en noviembre. Trump lidera las encuestas en todo el país, incluso en estados clave como Pensilvania, Nevada, Georgia, Arizona, Wisconsin y Michigan. Después de votar en las primarias republicanas del martes pasado, la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, suspendió su campaña sin respaldar a Trump, a quien instó a acercarse a sus seguidores y votantes independientes.
Aunque su impacto fue limitado, las primarias demócratas de hace una semana también pusieron fin a la candidatura presidencial del representante demócrata Dean Phillips (Minnesota), que había anunciado su apoyo a Biden. Durante el fin de semana, Biden y Trump se involucraron –ocho meses antes de las elecciones presidenciales y legislativas del 5 de noviembre– en una nueva ronda de críticas. Sin mencionarlo por su nombre, el presidente Biden aprovechó el mensaje sobre el estado de América que dio al Congreso el jueves pasado para atacar políticamente las ideas y acciones del expresidente, quien debe enfrentar 91 cargos penales, incluido proxenetismo.
anular los resultados de las elecciones de 2020 e incitar a una insurrección contra la legislatura. Biden enfatizó que el expresidente Trump ha dejado claro que quiere ser un dictador, al menos por un día, y denunció su intento de retratar a los inmigrantes que llegan a la frontera de EE.UU. como criminales de terrorismo.
Donald Trump los llama “alimañas”… y dice que están “envenenando la sangre de Estados Unidos”. Nadie debería dudar de mi corazón, dijo Biden en Atlanta, Georgia, sugiriendo que el expresidente usaría una retórica similar a la característica de Adolf Hitler. En una entrevista con MSNBC, el presidente Biden se disculpó por llamar ilegal a un venezolano, José Ibarra, acusado de matar al estudiante de enfermería de Georgia, Laken Riley.
Al mismo tiempo, el presidente Biden denunció los elogios de Trump al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, a quien recibió en su residencia de Mar A Lago (Florida), como parte del nuevo enfoque del expresidente hacia los déspotas. Trump, también en Georgia, cuestionó si Biden se disculparía por llamar ilegal a Ibarra. Trump dijo que Biden debería disculparse con este asesino.
El expresidente también enfrentó duras críticas por burlarse de la tartamudez de Biden. Él (Biden) dijo que yo era una amenaza para la democracia. “Representa una amenaza para la democracia”, dijo Trump en Rome, Georgia.
T. Kenny Fountain, profesor asociado de la Universidad de Virginia, dijo que el expresidente Trump les robó a los tartamudos su sentido de humanidad. Es una forma de deshumanizar detrás de una máscara de humor, dijo Fountain al Washington Post.
