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Haití parecía tranquilo después de una jornada sangrienta este viernes

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En una jornada donde el terror era generalizado, con disparos por todas partes y gente corriendo a las calles buscando refugio, también hubo unas 20 personas heridas.

En una jornada donde el terror era generalizado, con disparos por todas partes y gente corriendo a las calles buscando refugio, también hubo unas 20 personas heridas. El área metropolitana de Puerto Príncipe amaneció este viernes con una aparente calma, tras la jornada sangrienta a manos de bandas armadas vivida la víspera, en la que al menos cuatro agentes policiales murieron y otros 20 resultaron heridos. Aunque las actividades -completamente paralizadas el jueves, incluido el transporte público- se reanudaron tímidamente, la poblacion no occulta su pre preocupacion lo sucedido y su tiempo a que se repiten des episodios, ocurridos mientras el primer ministro haitiano, Ariel Henry, está fuera del Nacional.

Según confirmó el Sindicato de la Policía, cuatro policías murieron el jueves en un ataque de bandas armadas a la comisaría de Bon Repos, en Canaan, al norte de la capital. En una jornada en la que el terror era generalizado, con disparos sonando por todas partes y gente corriendo a las calles en busca de refugio, también hubo unas 20 personas heridas, de las cuales al menos 15 fueron trasladadas al hospital Universitario del Estado de Haití, según EFE. puede verificar.

En medio del caos y la confusión que se generó, las escuelas enviaron a sus estudiantes de regreso a la región capitalina, al igual que las empresas, públicas y privadas, junto con sus trabajadores, mientras que en el aeropuerto Toussaint Louverture, un avión fue el blanco del tiroteo. El jueves, el poderoso líder de la alianza de pandillas G9, el ex policía Jimmy Cherisier ‘Barbucue’, anunció una vez más el inicio de una revolución, como lo ha hecho muchas veces, y prometió derrocar al gobierno de Henry. ‘Nosotros, los pistoleros, hemos decidido tomar el futuro en nuestras propias manos’, afirmó.

Todo esto ocurrió horas después de que el primer ministro de las Bahamas, Phillip Davis, asegurara que Ariel Henry se había comprometido en la Cumbre de la Comunidad del Caribe (Caricom) en Georgetown a celebrar elecciones antes del 31 de agosto de 2025. Algunos observadores ven la tensa situación como una estrategia de la administración para justificar aún más la necesidad de que la fuerza multinacional de asistencia a la seguridad encabezada por Kenia, una misión autorizada por las Naciones Unidas, vaya a Haití y fue autorizada a nivel nacional en octubre del año pasado. Horas antes, Kenia y Haití firmaron en Nairobi un acuerdo bilateral solicitado por el tribunal del país africano para permitir el despliegue de un contingente de 1.000 policías kenianos.

El documento fue firmado frente al presidente de Kenia, William Ruto, y al primer ministro haitiano, quienes también discutieron la aceleración del despliegue de tropas. Henry se encuentra en Nairobi ultimando los detalles de la misión y asistiendo a la VI Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (UNEA-6), que la capital de Kenia acoge esta semana. Los últimos acontecimientos violentos representan una nueva escalada de tensiones en un país donde reinan el caos y la inseguridad y donde bandas armadas controlan gran parte de Puerto Príncipe y otras partes de Haití y están sembrando el terror a través de masacres, ataques, violaciones y secuestros.

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