Por Dra. Isidra Reyes-Ginecóloga-Obstetra-Colpógrafa/Apoyo Reproductivo/Infertilidad/ Nutricionista Clínica /@dra.isidrareyes La anemia es el trastorno sanguíneo más comúnmente diagnosticado en esta etapa, por lo que todas las mujeres embarazadas están en riesgo y es más común en los países en desarrollo. En caso de anemia, se produce una disminución de la hemoglobina, el hematocrito y los glóbulos rojos (glóbulos rojos).
Alrededor de la mitad de los casos de anemia se deben a anemia ferropénica -causada por la deficiencia de hierro- y según la OMS, la prevalencia global en mujeres embarazadas es del 42%, con una prevalencia en 2022 del 36% según el Banco. Mundo. Otras causas de anemia durante el embarazo son la anemia falciforme y la anemia falciforme.
El riesgo de anemia durante el embarazo aumenta a medida que avanza el embarazo. El seguimiento y el tratamiento son importantes porque provocan una disminución de la perfusión tisular (la cantidad de oxígeno que llega a los tejidos) y una función placentaria inadecuada. La anemia se asocia con cinco complicaciones obstétricas comunes: Durante el embarazo esto puede afectar tanto a la salud de la madre como al desarrollo del feto, por lo que adoptar una dieta adecuada y complementar con hierro y otras vitaminas es muy importante.
Es fundamental que las mujeres reciban atención adecuada para prevenir y tratar la anemia en una etapa tan crítica. Las complicaciones que es más probable que encuentren las mujeres embarazadas con anemia son: Las mujeres embarazadas con anemia por deficiencia de hierro tienen el doble de probabilidades de dar a luz prematuramente y tres veces más probabilidades de tener un bebé con bajo peso al nacer. Los posibles síntomas incluyen debilidad, fatiga, palidez, dificultad para respirar, palpitaciones y frecuencia cardíaca rápida.
Para el diagnóstico se realizan determinadas pruebas: hemograma, ferritina y transferrina. El tratamiento se basa en suplementación y dieta equilibrada. Para prevención, tomar una dosis de hierro férrico de 30 mg/día durante el embarazo.
En caso de suplementación se recomienda de 160 a 200 mg/día de hierro elemental. Es importante realizar un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado para reducir la morbilidad y la mortalidad por esta enfermedad prevenible. Lucharemos para que las mujeres en edad fértil puedan beneficiarse del diagnóstico y tratamiento antes de intentar quedarse embarazadas.
Esto se logra mediante exámenes en diferentes etapas de la vida de la mujer y durante el embarazo, así como con la completa supervisión de un especialista. Esta columna es una sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a articulos@sodonuclim.org y puedes encontrarnos en @sodonuclim.
Clínica de Nutrición: ¿Qué es el decálogo de alimentación saludable?