La función principal del Área de Cumplimiento es evitar la persecución penal de los empleados por malas conductas y para evitarlo permitirá hacer investigaciones preventivas y encontrar respuestas que sean conforme a la ley y a la buena ética. La Contraloría General de la República (CGR), en aras de respetar el marco legal y las buenas prácticas internacionales, lanzó el nuevo campo de Cumplimiento y Anticorrupción, que asegurará la sostenibilidad de una alta reputación y nivel de actividad de la agencia. La unidad, ubicada en la sede del organismo, fue inaugurada por el Contralor General de la República, Félix Santana García, junto al Equipo de Cumplimiento y Anticorrupción integrado por su gerente, Mariel Ramírez, y los auditores de Cheira, Vinicio y Patricia Cruz.
Esto requiere fortalecer las instituciones de la administración pública, dijo Santana García, en el sentido de generar confianza, certeza y credibilidad jurídica, a través de la prevención de malas prácticas y la rendición de cuentas en las organizaciones. Mariel Ramírez enfatizó que esta iniciativa marca un hito importante en la historia de la Contraloría y aseguró que trabajan incansablemente para promover una cultura de cumplimiento que permita a la entidad seguir siendo incorruptible en el comportamiento de la alta dirección y en sus procesos. La principal función del área de Compliance es evitar la persecución penal de los colaboradores con mala conducta y para evitarlo permitirá realizar consultas preventivas y encontrar respuestas acordes con la ley y las buenas prácticas éticas.
El Oficial de Cumplimiento será responsable de velar por el cumplimiento normativo dentro de la organización y por lo tanto conducirá sus actividades de acuerdo con las leyes, reglamentos, estándares y prácticas éticas aplicables a la Contraloría. Asimismo, identificará los riesgos relevantes que enfrenta la organización; desarrollar, revisar y actualizar políticas de cumplimiento existentes; revisar las políticas y procedimientos internos para prevenir conductas poco éticas, ilegales o inapropiadas dentro de la organización; promoverá iniciativas de formación y sensibilización en colaboración con los distintos consejos directivos y departamentos de la organización, entre otras actividades. La nueva estructura se basa en el sistema de gestión anticorrupción ISO37001, asegurando la sostenibilidad de la organización que implementa ese sistema; un marco apropiado para prohibir, prevenir, detectar, informar y abordar problemas de corrupción, fraude y soborno que puedan surgir dentro de la organización.
Otros organismos también han participado en la implementación de la certificación anticorrupción, como parte de su compromiso anticorrupción, entre ellos el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, la Superintendencia Bancaria, Banreservas y los Tribunales Constitución, entre muchos otros organismos.