Organizar debates electorales entre diferentes candidatos a cargos electos, desde candidatos presidenciales hasta diputados, senadores y alcaldes. La continuidad es un motor importante en el actual contexto democrático en el que vivimos. Pero quizás lo más importante sea presentar de forma clara, directa y oportuna los planes, estrategias, tácticas y proyectos que se han desarrollado para afrontar, reducir o eliminar los principales problemas nacionales.
Además de estas consideraciones y consideraciones, también hay un elemento que los actores y protagonistas de esta iniciativa no han logrado o al menos no pueden implementar, que es permitir todos los documentos presentados en estas presentaciones sobre cómo sería su gestión presidencial. su programa, municipal o legislativo, se implementará a través de mecanismos legales. Decimos esto porque vemos a muchos candidatos a presidentes, senadores, diputados y alcaldes, esencialmente, fascinados por las apariencias, se escuchan a sí mismos y aparecen en los medios más que por el diseño y presentación real de una propuesta de gobierno razonable y factible.
por lo prescrito. período de tiempo para el éxito. Hay mucha demagogia, mentiras y afirmaciones representadas en estos diálogos interactivos llamados debates, el deseo de percibir gloria y fama en lugar de la verdadera presentación de los hechos, ideas factibles y confiables.
Quiero dejarlo claro, porque sé que en el país que vivimos no estamos en contra de los debates entre diferentes candidatos a cargos electorales, al contrario, nunca los considero como una herramienta imprescindible para poder construir, de una vez por todas, para todos, una verdadera cultura del debate en esta clase política que ama la sencillez y la anarquía. Debemos encontrar rápidamente una manera de lograr, paralelamente a la celebración de estas reuniones, el desarrollo de un marco jurídico que permita a los representantes electos comprometerse al menos en un 80 o 90 %. Si no lo logramos, entendemos que el esfuerzo realizado es solo una excelente manera de perder el tiempo.