Autoridad.- En el corazón de una reconocida alimentación saludable, la dieta mediterránea destaca por su riqueza en frutas y verduras, pero es un elemento que muchas veces no recibe toda la atención que merece . . El mérito es el aceite de oliva virgen extra.
Este aceite no sólo es un alimento básico en la cocina gracias a su riqueza y sabor, sino que también se considera una poderosa medicina natural. El aceite de oliva virgen extra se obtiene directamente del fruto del olivo, mediante un proceso únicamente mecánico. Selina Wang, investigadora en ciencias de los alimentos de la Universidad de California Davis y exdirectora de investigación del Olive Center de la escuela, enfatiza la importancia de los estándares de calidad sensorial que debe cumplir este aceite, como no tener ningún olor o sabor a humedad o rancio.
que los compuestos beneficiosos se han descompuesto. Los fenoles presentes en el aceite de oliva virgen extra, como los sairidoides y sus derivados naturales -oleocantal, oleaceína, oleuropeína aglicona, entre otros- son antioxidantes capaces de proteger las células del organismo y combatir las moléculas nocivas. Además, tienen propiedades antibacterianas, lo que las hace aún más valiosas para la salud.
Mary Flynn, investigadora en nutrición y fundadora de Olive Oil Health Initiative en la Universidad de Brown, señala que los nutrientes del aceite de oliva virgen extra tienen efectos beneficiosos sobre muchas condiciones de salud, incluidas las enfermedades cardíacas y la diabetes. Según Flynn, ningún alimento o medicamento puede hacer lo que puede hacer el aceite de oliva. El aceite de oliva es un alimento imprescindible en la dieta mediterránea no sólo por su perfil nutricional sino también por sus múltiples beneficios para la salud, avalados por investigaciones científicas.
Su capacidad para combatir enfermedades y mejorar la calidad de vida lo convierte en un auténtico oro líquido en la cocina saludable. La historia del aceite de oliva es tan antigua como la propia civilización en muchas regiones del Mediterráneo. Tradicionalmente, el aceite se extrae con agua caliente después de recoger y triturar la fruta, un proceso que lamentablemente daña algunos de los fenoles beneficiosos del aceite.
Sin embargo, la modernización de las técnicas de extracción ha llevado a un mejor método de conservación de estos compuestos. Hoy en día, el uso de centrífugas a temperatura ambiente y sin disolventes químicos permite producir aceite de oliva virgen extra conservando todas sus propiedades útiles y organolépticas. Además del aceite de oliva, existen muchos aceites que forman parte de las cocinas saludables de todo el mundo y que además aportan importantes beneficios para la salud: Estos aceites no sólo enriquecen la cocina local con sus sabores y características culinarias únicos, sino que también contribuyen a hábitos alimentarios más saludables en todo el mundo.
Al igual que los aceites de oliva virgen extra, son apreciados no sólo por sus cualidades culinarias sino también por sus propiedades beneficiosas para la salud. La diversidad de estos aceites refleja el aspecto global de una dieta saludable, en la que diferentes culturas ofrecen diferentes métodos de extracción y consumo que benefician la salud general.