A finales de abril, sentando un nuevo precedente en los esfuerzos por prohibir TikTok en EE. UU., el presidente Joe Biden promulgó una medida propuesta para implementar la medida en Francia. acción en este país.
Como sabemos, esta es una vieja historia que se remonta a la administración Trump y su contenido es esencialmente una cuestión geopolítica. Las razones dadas por Estados Unidos para prohibir la plataforma son similares a las dadas en el caso de Huawei y otras empresas de origen chino: espionaje dirigido por China contra este país y sus habitantes con fines estratégicos. Por supuesto, TikTok niega tales vínculos con el gobierno chino, pero eso no es suficiente para Estados Unidos, que condiciona la existencia a largo plazo de la plataforma en su territorio, ya que ByteDance, la empresa china de su propiedad, tuvo que vender sus acciones.
ByteDance, manteniendo su postura habitual, dijo que no vendería y se comprometió a defenderse ante los tribunales y demostrar la inconstitucionalidad de la decisión estadounidense. Asimismo, como parte de su defensa, ByteDance señala que la prohibición de TikTok en Estados Unidos viola los derechos de libertad de expresión de los 170 millones de estadounidenses que actualmente utilizan la plataforma. ByteDance tiene nueve meses, incluido un período de gracia de tres meses, para completar la venta de TikTok.
Con una participación del 20%, ByteDance es el propietario mayoritario de TikTok. El 60% se asigna a inversores institucionales, algunos de los cuales son estadounidenses, mientras que el 20% se destina a empleados. Si algún día se prohibe el uso de TikTok en EE.UU., las consecuencias podrían ser muy diferentes.
Por un lado, los creadores de contenidos atípicos pueden perder visibilidad, por otro, plataformas como Instagram y YouTube pueden verse fortalecidas. Como ejemplo, podemos citar el caso de India: en junio de 2020, debido a desacuerdos con China, el país prohibió efectivamente el uso de TikTok, afectando así a 200 millones de usuarios en esta plataforma. Después de quedarse atrás de TikTok y fijar una fecha en la que podría bloquearse, Estados Unidos hizo lo propio con DJI, otra empresa que lleva un tiempo en el punto de mira de las autoridades del país.
Al igual que TikTok, los esfuerzos por bloquear o al menos limitar a DJI no son nada nuevo: en 2020, el fabricante de drones fue incluido en la lista negra, al igual que Huawei, lo que significa que las empresas con sede en Estados Unidos no pueden exportar su tecnología a este fabricante chino. De manera similar, en 2022, el Departamento de Defensa de EE. UU.
colocó a DJI en su propia lista negra debido a sus presuntos vínculos con el ejército chino. A esto se suman informes de que el gobierno chino está utilizando drones DJI para mantener la vigilancia sobre la minoría musulmana uigur de ese país. Como es habitual, DJI niega estas acciones y deja claro que no tiene control sobre el uso de sus drones.