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La posibilidad de un ciberataque fue descartada un día después de que un apagón dejara a oscuras a España y Portugal el lunes, volviendo ambos países a la normalidad este martes con el suministro eléctrico totalmente restablecido.
“El sistema eléctrico en estos momentos funciona de forma normalizada (…) estable y correcta”, afirmó el director de la Red Eléctrica Española, Eduardo Prieto, en una comparecencia ante la prensa.
El operador portugués REN informó que la red eléctrica estaba “perfectamente estabilizada” y sus 6,4 millones de clientes tenían servicio.
“Con los análisis que hemos podido llevar a cabo hasta ahora, podemos descartar un incidente de ciberseguridad en las instalaciones de la red”, declaró Prieto.
Una afirmación respaldada por el Gobierno portugués, que también excluyó un ataque cibernético.
Asimismo, la UE dijo estar lista para aprender las “lecciones” del masivo apagón, un evento de “magnitud sin precedentes”, según una portavoz de la Comisión Europea.
El operador portugués desmintió un comunicado atribuido y compartido en redes, que señalaba un “raro fenómeno atmosférico” como causa del apagón.
El lunes “no se detectó en España ningún fenómeno meteorológico o atmosférico inusual”, corroboró la agencia meteorológica española.
Como primera explicación, Prieto había dicho la noche del lunes que se registró “una fuerte oscilación de los flujos de potencia”, acompañada de “una pérdida de generación muy importante”.
“Esta pérdida de generación fue más allá de la perturbación de referencia” utilizada para diseñar y operar los sistemas eléctricos en la Unión Europea, provocando “la desconexión del sistema eléctrico” de la península ibérica “del resto del sistema europeo”, y su colapso.
El apagón estuvo precedido por una pérdida repentina del 60% de la energía de la red “en apenas cinco segundos”, indicó el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
En las ciudades españolas, el regreso de la luz fue recibido con gritos de alegría, después de un largo día sin electricidad y, en muchos casos, sin internet ni celulares.
El retorno de la electricidad permitió reanudar el tráfico ferroviario en varios corredores principales, entre ellos los transitados Madrid-Barcelona y Madrid-Sevilla, según la compañía nacional Renfe.
Tres trenes seguían bloqueados el martes por la mañana en España, según el ministro de Transportes, Óscar Puente.
En la estación madrileña de Atocha, la situación seguía siendo complicada el martes. Con cada anuncio de una salida, los pasajeros aplaudían, según una periodista de la AFP.
Algunas líneas del metro de Madrid seguían sin funcionar, pero bares y tiendas en la capital reabrieron sus puertas el martes por la mañana.
La mayoría de las escuelas también recibieron a los alumnos, aunque algunas solo para cuidar a los niños sin clases.
Tener una radio portátil, pilas y velas fue muy útil para muchos, como Valentín Santiago, de 48 años, quien afirma que no se desprenderá “nunca de la bombona de butano”.
Marcos García, abogado de 32 años que esperaba el autobús este martes, destaca cuán evidente se hizo la “dependencia total de los sistemas tecnológicos”.
Solo en la región de Madrid, se realizaron 286 intervenciones para ayudar a personas atrapadas en ascensores, según las autoridades regionales.
El apagón del lunes recordó otros episodios similares en Europa, como cuando un fallo en la red alemana el 4 de noviembre de 2006 dejó a oscuras a 10 millones de personas durante casi una hora.
Tres años antes, el 28 de septiembre de 2003, toda Italia, salvo Cerdeña, se quedó sin electricidad.
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