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La Iglesia pide más prisiones ante el hacinamiento inhumano y la lentitud judicial

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La violación de los derechos humanos en las prisiones provoca mayor marginación, exclusión y sufrimiento.

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Santo Domingo.- La Iglesia Católica hizo un llamado este Viernes Santo a las autoridades dominicanas a que prioricen la edificación de más centros penitenciarios en el país, denunciando el alarmante nivel de hacinamiento que sufren los reclusos, una problemática directamente relacionada a la mora judicial, reconocida por el propio presidente de la Suprema Corte de Justicia.

Durante el Sermón de las Siete Palabras, al reflexionar sobre la quinta palabra de Jesús en la cruz, “Tengo Sed”, el diácono Frank Luis de la Cruz Alcequiez, de la parroquia Resurrección del Señor, en Engombe, Herrera, ofreció un crudo panorama de la situación carcelaria. “En una celda para 40 internos donde viven 200”, enfatizó.

El diácono recordó las declaraciones del presidente de la Suprema Corte de Justicia el pasado 7 de enero, Día del Poder Judicial, quien admitió que la “Mora Judicial” es el principal escollo del sistema de justicia dominicano.

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“Esta mora judicial admitida tiene rostros, tiene nombres, en los internos preventivos incontables que con medidas de coerción reenviadas sin ser condenados se pudren en nuestras cárceles. Esta misma mora judicial genera el hacinamiento más terrible y perverso que nos podemos imaginara”, aseveró con preocupación..

De la Cruz Alcequiez señaló además las graves deficiencias en la alimentación y el precario sistema de salud dentro de las cárceles, donde los consultorios médicos carecen de las herramientas necesarias para atender con prontitud a los internos enfermos.

El representante de la Iglesia Católica subrayó que la defensa de los derechos humanos de las personas privadas de libertad es uno de los desafíos más urgentes de la pastoral penitenciaria. “La violación de los derechos humanos en las prisiones provoca mayor marginación, exclusión y sufrimiento. La Iglesia cree y proclama que los derechos humanos son universales, inviolables e inalienables, que deben ser protegidos en su totalidad”, afirmó.

En este sentido, informó sobre la creación de un equipo jurídico por parte de la pastoral penitenciaria para ayudar a agilizar los casos estancados debido a la “Mora Judicial”. Asimismo, destacó la labor de acompañamiento espiritual y reinserción social que ofrecen a los internos, mencionando iniciativas como las “casas del redentor”.

Finalmente, el diácono elevó una oración por los jueces, fiscales y directivos del sistema penitenciario, instándolos a recordar que “al final de su existencia, Dios será su juez”. También exhortó a la ciudadanía a mostrar esperanza hacia aquellos que viven en condiciones de penuria, como los presos, quienes además de la dureza de la reclusión, experimentan vacío afectivo y falta de respeto en muchos casos.

SANTO DOMINGO.- La Iglesia católica instó este viernes a la construcción de más cárceles en el país, ante el nivel de hacinamiento que existe en esos centros de corrección, producto de la mora judicial, que ha sido admitida por el propio presidente de la Suprema Corte de Justicia.

Al meditar sobre la quinta palabra de Jesús en la cruz, “Tengo Sed”, en el Sermón de las 7 Palabras, el diácono Frank Luis de la Cruz Alcequiez, de la parroquia Resurrección del Señor, Engombe, Herrera, dijo que en una celda para 40 internos viven 200.

Recordó que el pasado 7 de enero que es el Día del Poder Judicial, el presidente de la Suprema Corte de Justicia admitió que el principal problema que tiene el sistema de justicia en la República Dominicana es la “Mora Judicial”.

“Esta mora judicial admitida tiene rostros, tiene nombres, en los internos preventivos incontables que con medidas de coerción reenviadas sin ser condenados se pudren en nuestras cárceles. Esta misma mora judicial genera el hacinamiento más terrible y perverso que nos podemos imaginar. Una celda para 40 internos donde viven 200”, sostuvo.

Expresó que además en las cárceles hay problemas con la alimentación, se evidencia un precario sistema de salud, ya que los consultorios médicos de los centros penitenciarios no tienen herramientas necesarias para tratar con prontitud a los internos enfermos.

Manifestó que uno de los desafíos más urgentes de la pastoral penitenciaria es la defensa de los derechos humanos de las personas privadas de su libertad.

“La violación de los derechos humanos en las prisiones provoca mayor marginación, exclusión y sufrimiento. La Iglesia cree y proclama que los derechos humanos son universales, inviolables e inalienables, que deben ser protegidos en su totalidad”, sostuvo.

Resaltó que es a Jesús a quien ven en cada privado de libertad, por lo que la Pastoral Penitenciaria de la Iglesia Católica quiere aportar su trabajo de evangelización y catequesis para animar a esas personas a que descubran su dignidad de hijos de Dios.

Informó que en ese sentido se está creando un equipo jurídico que ayude a agilizar los casos estancados en la “Mora Judicial” admitida por los jueces.

“La pastoral penitenciaria ofrece acompañamiento espiritual a los internos y, una vez libres los ayuda a reinsertarse en la sociedad. Experiencia como las “casas del redentor” ayudan en este sentido”, agregó.

Asimismo, dijo que rezan por los jueces, fiscales y los que dirigen la Dirección General de Servicios

Penitenciarios y Correccionales, para que no olviden que “al final de su existencia, Dios será su juez, cada uno se enfrentará cara a cara con Jesús, pues Él está identificado como el juez universal, que decide la suerte de los hombres según el criterio de la fidelidad que se exprese a través de una justa conducta de vida”.

Exhortó a la ciudadanía a ser signos tangibles de esperanza para quienes viven en condiciones de penuria, como los presos que, privados de la libertad, experimentan cada día, además de la dureza de la reclusión, el vacío afectivo, las restricciones impuestas y, en bastantes casos, la falta de respeto”.

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