Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
El juez estadounidense Brian E. Murphy, del Tribunal Federal de Distrito de Boston, ordenó este martes al Gobierno de Donald Trump que, a través de las autoridades migratorias, mantenga la custodia de un grupo de migrantes deportados en avión a Sudán del Sur, incluso después de que aterricen en el país africano. El magistrado señaló en su fallo que los migrantes habían sido deportados en contravención de una orden judicial.
El juez Murphy, durante una audiencia virtual improvisada, declaró que, aunque él no ordenaría que el avión regresara, esa era una opción que el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos podría emplear para acatar su orden.
Murphy avisó que los funcionarios podrían ser acusados de desacato penal si determinaba que violaron su orden previa, que prohibía la deportación acelerada de migrantes a países distintos del suyo antes de que pudieran plantear cualquier inquietud sobre posibles torturas o persecuciones en esos lugares.
“Tengo fuertes indicios de que mi orden preliminar ha sido violada”, declaró Murphy a Elianis Pérez, abogada del Departamento de Justicia. Murphy, designado por el expresidente demócrata Joe Biden, afirmó que cualquier migrante amparado por la orden judicial en camino hacia la nación africana debe permanecer bajo custodia del Gobierno a la espera de una nueva audiencia el miércoles.
El juez añadió que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que supervisa al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), podría cumplir con dicha orden de varias maneras, incluyendo mantener a los migrantes en el avión en la pista después de aterrizar.
“No voy a limitar al DHS en cuanto a dónde los retienen”, declaró Murphy. “Si quieren hacer que el avión regrese, pueden hacerlo”. La agencia no respondió a las solicitudes de comentarios. Este hecho marca un nuevo enfrentamiento entre el poder judicial federal y la administración del presidente republicano Donald Trump, en sus esfuerzos por implementar las peticiones de Trump de deportaciones masivas como parte de su agenda inmigratoria de línea dura.
Sudán del Sur, uno de los países más desfavorecidos del África oriental, todavía intenta curar las heridas del conflicto que sufrió en la década pasada (2013-2018). Además, cientos de miles de sudaneses han cruzado la frontera para refugiarse en el país vecino, huyendo de la guerra entre el ejército y paramilitares que estalló hace tres años. Esto amenaza con añadir más inestabilidad a las frágiles economía y política del país.
Otro jurista estadounidense, el juez federal de distrito James Boasberg en Washington, halló el mes pasado “causa probable” para declarar a funcionarios en desacato penal por violar su orden de detener las deportaciones de presuntos miembros de una pandilla venezolana, quienes no tuvieron la oportunidad de impugnar sus deportaciones.
El viernes, el Tribunal Supremo de Estados Unidos mantuvo el bloqueo a las deportaciones de migrantes venezolanos por parte de Trump, en virtud de una ley de 1798 históricamente utilizada solo en tiempos de guerra, y culpó a su administración por intentar expulsarlos sin el debido proceso.
Agregar Comentario