Salud

El modelo de atención progresa, afronta retos considerables

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Esta afirmación corresponde al doctor Pedro Ramírez Slaibe, especialista en diseño de sistemas de salud.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

El modelo de atención necesita ser mejorado para el paciente.

El modelo de atención de la República Dominicana, basado en los principios de universalidad, equidad, solidaridad y eficiencia, ha progresado considerablemente desde la implementación del Seguro Familiar de Salud (SFS). Sin embargo, la diferencia entre el diseño teórico y la práctica efectiva revela un modelo que puede perfeccionarse, afectado por factores estructurales, normativos, financieros e institucionales que dificultan el cumplimiento del derecho a la salud para toda la población. Esta afirmación corresponde al doctor Pedro Ramírez Slaibe, especialista en diseño de sistemas de salud. Se refiere a aspectos como una accesibilidad real y una cobertura efectiva.

Existen barreras persistentes.

Aunque el modelo propone la cobertura universal como un objetivo primordial, aún existen barreras estructurales que impiden el acceso equitativo a los servicios, especialmente en comunidades rurales, bateyes, zonas de difícil acceso y entre poblaciones migrantes o empobrecidas. La combinación de brechas geográficas, económicas y culturales, junto con la falta de un enfoque territorial en la planificación sanitaria, perpetúa desigualdades en la atención, señala.

Financiamiento

El experto afirma que la coexistencia de un gasto público bajo (alrededor del 2.5% del PIB) con un alto gasto privado de bolsillo (cerca del 40%) crea un entorno regresivo e inequitativo.

Dependencia

Asimismo, el modelo depende demasiado del financiamiento a través de las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), que operan con incentivos enfocados más en la contención del gasto que en la salud de la población, explica Ramírez.

Esto genera segmentación, insuficiencia de cobertura y prácticas que distorsionan la provisión de servicios, como los copagos indebidos o los rechazos de servicios, asegura.

Baja capacidad resolutiva

El modelo establece que el primer nivel debe ser el eje articulador del sistema y resolutivo en al menos el 85% de los casos. Sin embargo, este objetivo no se cumple sistemáticamente debido a déficits crónicos de recursos humanos calificados. Existe una infraestructura inadecuada, falta de medicamentos esenciales y tecnología diagnóstica limitada. La atención primaria no se ha consolidado como puerta de entrada obligatoria, y en la práctica, muchos usuarios se ven obligados a acudir directamente a hospitales, generando ineficiencia, fragmentación y costos evitables.

Fragmentación

El sistema adolece de la falta de redes integradas de servicios de salud, donde la referencia y contrarreferencia no funciona de manera sistemática. La información clínica no fluye adecuadamente entre prestadores, públicos y privados, y no existe un sistema interoperable de historia clínica electrónica a nivel nacional, analiza. Esta debilidad compromete la continuidad de la atención, la eficiencia diagnóstica y la seguridad del paciente, dice Ramírez.

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