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Tucson, Arizona. – Cada vez más residentes permanentes expresan dudas y temores sobre lo que podría pasar con su estatus migratorio al salir del país y volver. ¿Me dejarán entrar? ¿Pueden quitarme la residencia? ¿Qué ocurre si mi tarjeta está caducada?
Estas son preguntas comunes y válidas. La abogada de inmigración, Claudia Arevalo, quien ejerce en Tucson, aclara algunos puntos importantes y ofrece recomendaciones clave para quienes se encuentran en esta situación.
En general, la residencia permanente solo puede perderse si la persona renuncia voluntariamente. Para que eso suceda, debes firmar un formulario I-407 declarando que ya no deseas ser residente. Esto no es común, pero es importante saberlo: nadie puede quitarte tu estatus sin tu consentimiento, salvo que existan razones legales graves como antecedentes penales o fraude migratorio.
Si tu tarjeta de residencia venció, pero hiciste la renovación dentro de los seis meses anteriores, o si eres residente condicional que presentó la solicitud para remover condiciones, el gobierno te enviará una extensión válida por 36 meses, explicó la abogada.
Consejo clave: cuando viajes, lleva contigo el documento original de la extensión. Evita presentar copias o recibos electrónicos, ya que eso puede generar confusión al cruzar. También puedes pedir una cita en InfoPass para obtener una forma I-94 con tu pasaporte y dos fotos recientes. Este documento respalda oficialmente tu estatus migratorio.
Así podrás quedarte en tu país de origen el tiempo necesario, sin poner en riesgo tu estatus migratorio.
¿No recuerdas cómo emigraste o qué documentos usaste? Puedes solicitar una copia de tu expediente con el formulario G-639 en el sitio oficial de inmigración (uscis.gov). Es importante que conozcas tu caso, sobre todo si estás considerando aplicar para la ciudadanía o realizar otros trámites.
Muchas personas no saben que tienen casos abiertos o pendientes en otros estados: multas sin pagar, órdenes de arresto, clases de manejo bajo influencia o violencia doméstica sin completar… Todo eso puede afectar tu reingreso al país, explicó Arevalo.
Antes de viajar, asegúrate de que todo esté resuelto legalmente. No dejes cabos sueltos.
La residencia no es una visa de turista, y la administración actual está siendo más estricta con personas que pasan largas temporadas fuera del país. Aunque no tengas antecedentes penales, podrían cuestionar si realmente vives en EE.UU.
Por eso, es fundamental demostrar arraigo:
Recuerda: tienes derechos. Si en la frontera o en un centro de detención te hacen preguntas y no te sientes cómodo respondiendo, puedes invocar la Quinta Enmienda:
“Prefiero no dar más información. Tengo derecho a guardar silencio y quiero hablar con un abogado.”, dijo la abogada.
Todo lo que digas puede ser usado en tu contra. No estás obligado a firmar nada sin asesoramiento legal. Ser residente permanente no significa que estás completamente a salvo de un proceso de deportación. Incluso con 40 o 50 años de residencia, el gobierno puede revocar tu estatus si encuentra motivos legales, enfatizó Arevalo.
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