El papel de las asociaciones de pacientes es esencial para una mayor participación en los ensayos clínicos.
Según Laura Gamero Samanes, Directora Senior de Gestión de Proyectos de PPD, el papel de las asociaciones de pacientes es esencial para aumentar la participación en los ensayos clínicos, ya que “uno de los principales problemas actuales en el desarrollo de ensayos clínicos a nivel mundial es la falta de pacientes”.
Durante el webinar ‘Jornada Educativa sobre Investigación Clínica: conociendo los ensayos clínicos’, organizado por la Federación Española de Alzheimer y Demencias (CEAFA), señaló que “necesitamos unos 57.000 pacientes para avanzar en los 187 ensayos clínicos sobre 141 fármacos para el Alzheimer que hay en marcha.
En el caso de España, 23 ensayos clínicos están actualmente reclutando pacientes con enfermedad de Alzheimer, estadios 2 y 3.
En este sentido, Laura Gamero destacó la importancia de que todas las partes implicadas en los ensayos clínicos trabajen para conseguir una mayor y mejor difusión de la información. ‘Hay mucha inversión en medios de comunicación y en la industria farmacéutica en general, incluyendo atención primaria, hospitales y CROs, pero necesitamos comunicar mejor y apoyarnos en una herramienta fundamental: las asociaciones de pacientes’.
‘Los pacientes son fundamentales y deben estar siempre en el centro. La industria farmacéutica lo está reconociendo e involucrando cada vez más a los pacientes y a sus cuidadores en todo el proceso’, subrayó Laura Gamero.
Gamero también hizo hincapié en la importancia de que los pacientes se sientan valorados en el ensayo clínico y reciban información precisa y clara, así como respuestas a sus preguntas a lo largo de todo el proceso. Cuanta más información se comparta con los pacientes, más implicados se sentirán y mejor informados estarán.
Señaló que es función de los investigadores responder a estas posibles inquietudes, destacando en particular que hasta el 81% de los pacientes desea conocer los posibles riesgos y beneficios de participar en un ensayo clínico.
Por último, ahondó en el papel del consentimiento informado, que es uno de los puntos que más recelos puede generar en las personas a la hora de participar en ensayos clínicos. En este sentido, el ponente explicó que el consentimiento informado es “el proceso de asegurar que el paciente, cuidador o representante legal está completamente informado sobre la participación del paciente en el ensayo y, sobre todo, que está absolutamente claro que la participación es voluntaria”.
Además, este proceso, junto con la primera visita al ensayo clínico, confirma que el paciente cumple los requisitos para participar en el ensayo. Los ensayos clínicos son supervisados por un comité ético de investigación clínica (CEIC), que no sólo comprueba que el formulario de consentimiento informado contenga todos los datos requeridos por el paciente, sino que también evalúa la aceptabilidad ética de la investigación antes de que los participantes se inscriban en el ensayo.