Firmó originalmente con los Mellizos de Minnesota en 2013 con una prima de 1,4 millones de dólares.
En la República Dominicana, el béisbol no es solo un pasatiempo para los recién llegados.
En la República Dominicana, el béisbol no es solo un pasatiempo para los recién llegados; en muchos casos, el béisbol es una forma de mantener a una familia.
Incluso Ruin Díaz, que en su día fue un prometedor jugador de los Marlins de Miami, tuvo que enfrentarse a muchas vicisitudes, y desde muy joven vio el béisbol como un trabajo.
Díaz tuvo su primera experiencia con el béisbol en el famoso juego de Vitijas en las calles de Cienfuegos, un barrio marginal de Santiago.
Desde entonces, nunca dejó el bate y la pelota.
Para mí era sólo un juego hasta que tuve que verlo como un trabajo. Llevo mucho tiempo jugando”, dice Díaz, que milita en el Estrellas Orientales de la Liga Dominicana de Béisbol.
Luwin, el único varón de tres hermanos, dijo que jugar a la pelota le hizo un hombre porque tuvo que aprender responsabilidad y disciplina.
Tomó la decisión de venir a la capital desde Santiago para mejorar sus habilidades como jugador de béisbol. Su entrenador era William Valdés.
Pasaba hambre, a veces estaba un día sin comer, sin saber qué comería al día siguiente. Así que me tomo el béisbol y mi profesión muy en serio”.
Para él, el béisbol forma parte de su vida y también su esposa.
Estudio e infancia
Compaginar los estudios y el béisbol es una de las cosas más difíciles para los jóvenes de este país.
Díaz, que tuvo que dejar los estudios en el último año de bachillerato para asistir a un entrenamiento en Santo Domingo, dice que la conversación con sus padres sobre el abandono de los estudios fue uno de los momentos más difíciles, ya que ellos querían que se convirtiera en profesional.
Si no hubiera sido jugador de béisbol, habría sido arquitecto.
Le resultaba fácil dibujar, por eso su profesión principal era la arquitectura.
Recuerdo aquel día como si fuera hoy y fue muy doloroso. Mis padres por fin confiaron en mí y no estaban convencidos”, dice Díaz.
Lewin, que era el octavo mejor prospecto de la organización de Miami, dijo que tiene intención de volver al béisbol organizado.
Por el momento no cuenta con el respaldo de un equipo de las Grandes Ligas, pero está convencido de que algún día regresará.
En 20 partidos, Lewin bateó .191 con 11 hits, 13 carreras y cinco impulsadas.
En tres años en Miami (2020-2023), Díaz jugó 112 partidos, tuvo 58 hits y 13 jonrones.
Bateó .181 e impulsó 27 carreras.
Antes de subir a las mayores, Díaz fue reconocido por su poder, así como por su gran defensa como inicialista.
En 2019, pasó a Miami en un canje con los Mellizos por Sergio Romo.