BERLÍN, 23 de abril. (DPA/PE) – Un tribunal de Berlín, la capital alemana, condenó a tres activistas medioambientales que rociaron pintura naranja en la icónica Puerta de Brandeburgo a ocho meses de prisión a mediados de septiembre, pero no irán a prisión. Los tres acusados, ahora condenados por destrucción de bienes, admitieron anteriormente haber arrojado pintura al monumento berlinés y aseguraron que se trataba de una protesta digna y adecuada ante la falta de acción ante la catástrofe climática.
Por su parte, el tribunal de Berlín rechazó estos argumentos y afirmó que no era una medida satisfactoria ni adecuada, ya que los activistas priorizaron el impacto de su protesta sobre los daños causados al monumento, cuyos costes de reparación han alcanzado los 110.000 euros. A mediados de septiembre, tres activistas medioambientales del grupo Generación Letze, de 22, 28 y 64 años, pintaron con spray la Puerta de Brandeburgo de color naranja. Fueron detenidos por la policía en el lugar.
Última Generación informó en sus redes sociales que tres activistas utilizaron extintores preparados para rociar pintura. La organización dijo que la protesta muestra claramente que es hora de un cambio político. Aunque las autoridades berlinesas estimaron inicialmente el coste de la restauración de las columnas de la Puerta de Brandeburgo en unos 35.000 euros, rápidamente lo aumentaron a 110.000 euros porque la pintura había penetrado más profundamente que antes en la piedra arenisca.
Unos días después de este incidente, y tras los enfrentamientos entre berlineses y manifestantes que bloqueaban las calles, el alcalde de la capital alemana, Kai Wegner, afirmó que los habitantes de la ciudad estaban hartos de las acciones climáticas.
