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Trump inicia su periplo global con muchas dificultades y la convicción de tener las soluciones

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El presidente irradiaba confianza sobre algunos de los asuntos más complejos del mundo, desde las tensiones en el sur de Asia hasta el futuro de las sanciones en Siria y la guerra en Ucrania.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

WASHINGTON (AP) — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comenzó el lunes una visita a tres países en Oriente Medio, un viaje que en un principio planeaba enfocar en sus esfuerzos por persuadir a las adineradas naciones del Golfo a invertir miles de millones en nuevos proyectos en Estados Unidos.

Sin embargo, ahora Trump está sorteando una serie de crisis geopolíticas — y buscando atisbos de esperanza en el abismo de la agitación global — que dan más importancia al primer viaje prolongado al extranjero de su segundo mandato.

“Este mundo es mucho más seguro hoy que hace una semana”, afirmó Trump a los reporteros mientras sopesaba los retos de política exterior que encara al dirigirse a Arabia Saudí, Catar y Emiratos Árabes Unidos. “Y mucho más seguro de lo que era hace seis meses”.

El presidente irradiaba confianza sobre algunos de los asuntos más complejos del mundo, desde las tensiones en el sur de Asia hasta el futuro de las sanciones en Siria y la guerra en Ucrania.

Pero a puerta cerrada, el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman; el emir de Catar, Sheikh Tamim al-Thani, y el presidente emiratí, Mohammed bin Zayed, tratarán de entender cómo piensa Trump avanzar en la resolución de la guerra en Gaza, lidiar con el programa nuclear iraní que avanza rápidamente y abordar las tensiones entre India y Pakistán.

Y tras semanas de amenazas y persuasiones, está por verse si el presidente ruso, Vladímir Putin, y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, escucharán a Trump, quien exige que se reúnan en Estambul esta semana para discutir el fin de la guerra de Rusia en Ucrania.

Por su parte, Trump transmitió seguridad en que la reunión se llevará a cabo e incluso pareció algo optimista de que el fin del conflicto está cerca. Sugirió la idea de hacer un desvío de su itinerario para visitar Turquía si considera que su presencia sería constructiva.

“Estaba pensando en volar. No sé dónde estaré el jueves”, dijo Trump. “Tengo tantas reuniones… Hay una posibilidad allí, supongo, si creo que las cosas pueden suceder”.

No obstante, los aliados de Ucrania se mostraban sumamente escépticos el lunes sobre las perspectivas de conversaciones y si Putin estaba verdaderamente interesado en la paz.

En un encuentro sobre Ucrania en Londres, la vicepresidenta de la comisión de la Unión Europea y responsable de política exterior, Kaja Kallas, declaró a los periodistas que “si no hay un cese al fuego, no puede haber conversaciones bajo fuego. Queremos ver que Rusia también desea la paz. Se necesitan dos para querer la paz, sólo uno para querer la guerra, y vemos que Rusia claramente quiere la guerra”.

Justo cuando Trump se alistaba para partir de Washington hacia la capital saudí, Riad, el último rehén estadounidense vivo en Gaza, Edan Alexander, fue liberado.

Trump y funcionarios de su gobierno plantearon el momento — un gesto de buena voluntad hacia Trump por parte de Hamás — como una oportunidad para reconducir las negociaciones de paz entre Israel y Hamás que estaban estancadas.

Luego de que Hamás hiciera la oferta el domingo, Trump publicó en redes sociales que “este fue un paso tomado de buena fe hacia Estados Unidos y los esfuerzos de los mediadores — Catar y Egipto — para poner fin a esta guerra tan brutal y devolver a TODOS los rehenes vivos y los restos a sus seres queridos. Esperemos que este sea el primero de esos pasos finales necesarios para terminar este brutal conflicto”.

Mientras Trump resaltaba la liberación de Alexander como un posible punto de inflexión, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue mucho más mesurado. Israel, notoriamente, no ha dado marcha atrás en sus planes de expandir su guerra en Gaza.

La oficina de Netanyahu recalcó en un comunicado el lunes que “no se ha comprometido a un cese al fuego de ningún tipo ni a la liberación de terroristas” a cambio de Alexander.

“Las negociaciones seguirán bajo fuego, durante los preparativos para una intensificación de los combates”, afirmó el comunicado de la oficina del primer ministro.

Al tiempo que se preparaba para salir de Washington, Trump también indicó que está considerando levantar las sanciones al gobierno sirio. Es un tema que está en la mente de los tres líderes del Golfo, quienes han apoyado al nuevo gobierno en Damasco y querrán que Trump cumpla.

Trump añadió que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, lo ha instado a hacerlo: “Podríamos querer levantarlas de Siria, porque queremos darles un nuevo comienzo”.

Los comentarios marcaban un cambio notorio en el tono de Trump, quien ha sido sumamente escéptico con el presidente sirio, Ahmed Al Sharaa.

Al Sharaa asumió el poder después de que su grupo islamista, Hayat Tahrir al-Sham (HTS), liderara una ofensiva que derrocó al expresidente Bashar Assad en diciembre.

El gobierno de Trump todavía no ha reconocido formalmente al nuevo gobierno sirio. Las sanciones impuestas a Damasco bajo Assad también siguen vigentes.

Trump también se atribuyó el mérito de que su gobierno evitara que India y Pakistán regresaran a un estado de guerra total en medio de los combates más mortales en seis años entre los vecinos con armas nucleares.

El presidente dijo que él y sus asesores finalmente pudieron hacer entrar en razón a los líderes de India y Pakistán y guiarlos lejos de una mayor escalada al ofrecer incentivos, a la vez que amenazaban a ambas naciones con sanciones.

“Dije, ‘Vamos, vamos a hacer mucho comercio con ustedes'”, comentó. “‘Si lo detienen, comerciaremos. Si no lo detienen, no comerciaremos’. La gente nunca usa el comercio de la forma en que yo lo usé”.

La situación sigue siendo tensa. El primer ministro indio, Narendra Modi, dijo el lunes que su país solo ha “pausado” su acción militar y “tomará represalias en sus propios términos” si se produce un ataque terrorista en el país.

El presidente llegará a la región después de que su enviado especial, Steve Witkoff, celebrara la cuarta ronda de conversaciones nucleares el domingo en Omán con el ministro iraní de Exteriores, Abbas Araghchi.

A medida que continúan las conversaciones, la Casa Blanca ha dado mensajes contradictorios sobre qué trabajo nuclear se permitiría a Irán bajo un posible acuerdo.

Miembros destacados del gobierno, incluido el secretario de Estado, Marco Rubio, han dicho que se requeriría que Teherán importe material enriquecido para operar reactores nucleares con fines civiles. Sin embargo, Trump dijo la semana pasada que su gobierno no ha tomado una decisión sobre el tema.

Tampoco está claro si Trump insistirá en que Teherán renuncie al apoyo de Hamás en Gaza, Hezbollah en Líbano y los milicianos hutíes en Yemen como parte de cualquier acuerdo nuclear.

Sea cual sea su marco de negociación, Trump parecía confiado en que Irán está participando de forma racional y que pronto concretará un acuerdo.

Sobre su exigencia a Irán, el mandatario dijo que “No puede tener un arma nuclear. Pero creo que están hablando de forma inteligente”.

No obstante, las dos partes aún parecen estar lejos de cualquier acuerdo, mientras se agota el plazo de dos meses impuesto por Trump.

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Madhani informó desde Dubái, Emiratos Árabes Unidos. La periodista de AP Jill Lawless contribuyó desde Londres.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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