Economicas

La compañía desembolsa 153 millones de dólares para asegurar la explotación de petróleo en el río Amazonas

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Es una superficie inmensa, de más del 1% del territorio nacional, la que se subastó hoy.

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Los derechos de exploración petrolera fueron concedidos a dos consorcios. Uno integrado por la estatal brasileña Petrobras y la estadounidense ExxonMobil y otro por la estadounidense Chevron y el grupo estatal chino CNPC.

Desembolsaron cerca de 153 millones de dólares por los derechos para explorar 19 de los 47 bloques de la cuenca de la desembocadura del río Amazonas que fueron subastados en un hotel de Río de Janeiro, a pesar de las protestas, en las que participó Leandro Lanfredi, dirigente del Sindicato de Trabajadores del Petróleo de Río de Janeiro.

“Se puso en venta un área equivalente a los estados de Río de Janeiro y Espírito Santo juntos. Es una superficie inmensa, de más del 1% del territorio nacional, la que se subastó hoy. Se hacen esas ventas con licencias ambientales, en algunos casos con 20 años de antigüedad, que ya están desactualizadas, para poner esos recursos en manos de petroleras privadas”, explica Lanfredi a RFI.

A su lado, también se encontraban grupos indígenas y ambientales que temen por sus territorios y el daño medioambiental, como cuenta Lanfredi: “Los pueblos indígenas denuncian que no fueron consultados. Según la ley brasileña, hay que consultarles para explotaciones minerales o de hidrocarburos en sus territorios o cercanos a sus territorios. No se les consultó. Se pisoteó el derecho de los pueblos indígenas”.

“Denuncian además que se ponen en riesgo sus tierras ancestrales, porque también había una serie de bloques en una región que se llama Parecis, que está en el norte de Mato Grosso, que es la frontera sur de Amazonas. Ahí hay acuíferos y se puede poner en riesgo no solamente la región de la explotación, sino todo el suministro de agua”, concluye.

Las diversas organizaciones critican que, a pesar del discurso pro medioambiente del mandatario Lula da Silva, que prepara la COP30 en noviembre, acciones como esta subasta ponen en peligro la Amazonía y la transición a energías renovables.

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