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Según Felbab-Brown, Guzmán López fue clave para “el crecimiento del mercado del fentanilo en Estados Unidos”.
Ovidio Guzmán López, quien se declaró culpable este viernes de cargos relacionados con el narcotráfico y el crimen organizado en un juzgado de Chicago, es uno de los hijos más conocidos del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán, famoso por generar caos en México y ser el primero de ellos en entrar en una prisión estadounidense.
Guzmán López, de 35 años y apodado “el Ratón”, se declaró inocente inicialmente pero cambió de parecer tras llegar a un acuerdo con la fiscalía, lo que presumiblemente se traducirá en una reducción de pena a cambio de información confidencial sobre el Cartel de Sinaloa y la corrupción en México.
Según la investigadora de Brookings Vanda Felbab-Brown, este pacto con la fiscalía “era lo previsible”.
Para Ovidio, “la alternativa era el destino de su padre: pasar el resto de su vida en condiciones muy duras en una prisión de máxima seguridad en Colorado, mientras que los narcotraficantes que se han declarado culpables de los cargos han enfrentado sentencias mucho menores”, explica a EFE la directora de la Epidemia de Fentanilo en Norteamérica y el Alcance Global de los Opioides Sintéticos en Brookings.
“El Ratón”, un sobrenombre que “El Chapito” hizo propio hasta el punto de usar el símbolo de Mickey Mouse en sus perfiles sociales, alcanzó fama internacional después del ‘Culiacanazo’ o Batalla de Culiacán del 17 de octubre de 2019 cuando fue detenido por primera vez como parte de la jefatura del Cartel de Sinaloa.
Tras su arresto por militares de élite, la ciudad de Culiacán, en Sinaloa, se convirtió en un campo de batalla donde varios militares fueron tomados como rehenes por “Los Chapitos” -un grupo integrado por cuatro de los hijos del Chapo-.
Al arresto siguió una oleada de disparos con armas automáticas en las calles e incendios de vehículos, por lo que el entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, optó por liberar a Guzmán López.
En diciembre de 2021 y ante el aparente ascenso de Ovidio, Washington ofreció cinco millones de dólares en diciembre de 2021 por información que facilitara la detención o condena de Guzmán López y sus hermanos.
EE. UU. incluso señaló que “El Ratón” ordenó el asesinato de un “popular cantante mexicano” que no quiso asistir a su boda y desde 2012 el Gobierno estadounidense lo incluyó en la lista de narcotraficantes internacionales “Kingpin Act” al considerarlo con “un papel importante en las actividades de su padre”.
De acuerdo con Felbab-Brown, Guzmán López fue crucial para “el crecimiento del mercado del fentanilo en Estados Unidos”.
De acuerdo con el Departamento de Justicia, Guzmán López y su hermano Joaquín -quien también está en una cárcel de EEUU y se espera que se declare culpable la semana que viene- supervisaban once laboratorios de metanfetaminas en Sinaloa, donde producían un estimado de hasta 5,000 libras o 2,267 kilogramos al mes, que se vendían principalmente a otros miembros del Cartel de Sinaloa y distribuidores de droga en Estados Unidos y Canadá.
A principios de 2023, Guzmán López fue capturado por segunda vez en Culiacán, unos días antes de la visita del mandatario estadounidense, Joe Biden, para la Cumbre de Líderes de América del Norte.
Al igual que su padre, “El Ratón” tenía un túnel de escape que conducía desde el estacionamiento interno de su patio trasero hasta el exterior del complejo, pero no tuvo tiempo de usarlo para escapar del Ejército mexicano.
En esa ocasión, también se desató una ola de violencia en la ciudad de Culiacán, pero no se logró la liberación del narcotraficante.
“El Ratón” fue trasladado a una prisión federal mexicana, donde permaneció hasta su extradición a EE.UU., el 15 de septiembre de ese mismo año.
Enfrentó una audiencia tres días más tarde para la lectura de los cinco cargos en su contra, de los que se declaró no culpable.
Estaba acusado de conspirar para distribuir droga, ser parte de una empresa criminal, exportar narcóticos a Estados Unidos, efectuar transacciones financieras con el producto de actividades ilegales y usar y portar armas de fuego sin permiso.
En mayo, México confirmó que 17 miembros de la familia de “El Ratón” que no eran buscados por las autoridades mexicanas se entregaron voluntariamente a las autoridades estadounidenses como parte de una “negociación” entre el capo y Washington.
“Que su familia esté yendo a Estados Unidos es evidentemente por esta negociación o criterio de oportunidad que el propio Departamento de Justicia le da”, afirmó el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) de México, Omar García Harfuch, durante una entrevista con Grupo Fórmula.
Según medios locales mexicanos, los 17 familiares – entre ellos Griselda López, la segunda esposa de “El Chapo” y madre de Ovidio Guzmán López,- cruzaron a pie con al menos dos maletas cada uno y en conjunto portaban aproximadamente 70,000 dólares.