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Jean Carlos Henríquez obtiene una ocasión en Lidom a sus 32 años tras haber laborado como barbero y cajero bancario. Algo fuera de lo común. No es habitual que se ejercite.
SANTO DOMINGO.- “Nunca es tarde si la dicha es dicha”, este adagio cobra vida en la trayectoria del tirador de las Águilas Cibaeñas, Jean Carlos Henríquez, conocido como “El Endiablao”, quien a sus 32 años tiene ahora la chance de actuar en el campeonato de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (Lidom).
Mientras numerosos peloteros aseguran contratos profesionales siendo apenas adolescentes, “El Endiablao” inició en el pasatiempo a los 18 años jugando como antesalista. Tres años después, fue contratado por la franquicia de los Rays de Tampa Bay con un incentivo de 7,500 dólares.
“Empecé a jugar pelota a los 18 años como tercera base, pero Eddy Mena, de San Francisco de Macorís, es quien me hace lanzar y luego me mudo para San Pedro de Macorís, donde consigo firmar a los 21 años con los Rays de Tampa en 2014,” relató Henríquez, quien fue liberado en 2016.
Tras dejar la organización de Tampa, donde registró marca de 2-5 y una ERA de 4.40, abanicando a 44 bateadores en 57.1 entradas, se dedicó a la peluquería y dos años más tarde reanudó su carrera en la Liga Independiente de Canadá antes de retornar al país, habiendo participado en la Liga de Verano y Primavera. “En Canadá competí con dos equipos, pero la pandemia (2021) lo arruinó todo y tuve que volver al país y trabajar de cajero bancario por unos ocho meses hasta que volví a participar en diversos torneos”, comentó el oriundo de San Francisco.
Apodo de “Endiablao”
Henríquez explicó que sus amigos le pusieron ese sobrenombre por ser un gran bateador en sus inicios. “Yo bateaba mucho y los muchachos en el campo me decían ‘El Endiablado’ por la fuerza con la que conectaba la bola,” afirmó el actual lanzador.
Algo singular
Jean Carlos es una excepción a la norma en todo sentido, pues no tiene la costumbre de presentarse al parque de pelota y llevar a cabo las prácticas rutinarias. “Diariamente he ejecutado hasta 300 lanzamientos. Soy un pitcher natural, no voy al gimnasio, no me estiro, ni corro; lanzo así todos los días sin seguir una rutina de ejercicios, no me agrada el gimnasio,” aseguró Henríquez, quien destacó que su splitter es uno de sus mejores lanzamientos y que su recta alcanza entre 97 y 99 millas por hora.
La oportunidad en Lidom
En el Draft de Novatos de Lidom 2025, las Águilas Cibaeñas escogieron a Henríquez con la selección número 13, brindándole la posibilidad que tanto anhelaba. “Todos los que me veían tirar en la liga campesina me decían que yo podía lanzar con las Águilas.”
“Durante un encuentro en Moca, estaba parte del equipo directivo de las Águilas y yo ligué 8 entradas en blanco ese día contra los Granjeros de Moca, ponchando a 11. Entonces me apunté en el draft y mi hermano es quien me avisa que me habían elegido en la posición 13,” señaló.
Desempeño
— Hasta ahora
En dos participaciones tiene registro de una victoria, con una efectividad de 3.00; ha consentido cinco hits, un boleto y dos ponches.















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