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Distensión abdominal constante, molestias estomacales y eructos al comer pueden ser señales de alarma de SIBO, una afección digestiva que implica una proliferación inusual de bacterias en el intestino. Raramente se detecta a tiempo, pero afecta la calidad de vida de muchísimos individuos.
Es crucial identificar el SIBO, ya que CONSTITUYE la principal causa del Síndrome del Intestino Irritable, una condición que afecta aproximadamente al 11% de la población mundial, según indican los estudios.
Conscientes de su relevancia, la Sociedad Dominicana de Gastroenterología, en el marco de su congreso, dio a conocer en el país a una de las figuras cumbres en el campo de la gastroenterología moderna y, específicamente, en la investigación del sobrecrecimiento bacteriano intestinal para ahondar en cómo optimizar el enfoque diagnóstico, además de las alternativas terapéuticas para este padecimiento.
Se trató del doctor Mark Pimentel, un gastroenterólogo de renombre internacional por cómo su labor ha redefinido la comprensión de los trastornos digestivos funcionales, particularmente el sobrecrecimiento de bacterias en el intestino delgado (conocido como SIBO, por sus siglas en inglés) y su vínculo con el Síndrome del Intestino Irritable.
Cuando alguien sufre síntomas digestivos como hinchazón y malestar, habitualmente se le añade la irritación intestinal, pero rara vez se investiga el sobrecrecimiento bacteriano, que podría ser el origen del problema.
El Programa de Ciencias y Tecnología Médicamente Asociadas (MAST) del Cedars-Sinai, dirigido por el doctor Mark Pimentel, ha mejorado el conocimiento sobre esta enfermedad del intestino delgado en la comunidad médica.
El SIBO es provocado por la multiplicación anómala y abundante de bacterias o arqueas (microorganismos unicelulares) en el intestino delgado. Su investigación también demostró que el Síndrome del Intestino Irritable (SII) no es un trastorno de índole psicológica, sino un desequilibrio en la flora intestinal.
Pimentel fue precursor en el uso de la rifaximina, un antibiótico prescrito para la “diarrea del viajero”, como tratamiento para el SII y el SIBO. No obstante, reconoce el mérito de la medicina complementaria por haber impulsado el desarrollo de terapias para estas dolencias digestivas.
El SIBO es usualmente poco diagnosticado, pero impacta notablemente a quienes lo padecen. Por ello, promover espacios de formación continua para presentar este tema a los especialistas, así como profundizar en su manejo clínico, reviste un interés vital para este cuerpo médico especializado, que persigue no solo elevar las competencias de sus integrantes, sino fomentar la mejora en los servicios y la atención de salud digestiva en la República Dominicana.















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