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La ropa usada que recicla Cáritas abre la puerta a la inclusión social

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Los ojos de Tarik Benzari se iluminaron cuando le preguntaron por su hija que vive en París.

La fábrica de moda valenciana recibe diariamente 20.000 kg de ropa donada en contenedores donde los trabajadores corren el riesgo de ser eliminados y los inspeccionarán y clasificarán antes de venderlos en su tienda de segunda mano. Los ojos de Tarik Benzari se iluminaron cuando le preguntaron por su hija que vive en París. Aquí, dijo, se sentía más solo que a la una.

Llegó a España hace casi veinte años desde su ciudad natal, Rabat, y se dio cuenta de que debía haber tocado fondo para recuperarse. Con experiencia como pintor, cuando llegó a Valencia se dedicó al retrato, pero eso no fue suficiente para sobrevivir. Comenzó a cuidar a personas mayores, pero cuando de repente perdió su trabajo, también perdió su casa.

Estuvo en centros de acogida y vivió en la calle, hasta incorporarse al programa para personas sin hogar de Cáritas Valencia. Le presentaron Moda Re-, donde trabajó durante un año clasificando productos por composición de fibras. Se desplaza cada día al trabajo en bicicleta, aunque a veces toma el autobús, que le lleva cerca de la fábrica situada en Riba-roja del Túria, donde cada día se entregan 20.000 kg de ropa usada que se envían a numerosas ciudades contenedores como Valencia, pero en sus calles también se pueden encontrar Castelló, Alicante o Teruel.

La inspección de la ropa de Tarik abrió dos puertas. Es la reutilización y venta del mismo en la tienda del programa de Valencia, así como la esperanza para personas como Tarik, que, inmersa en mil y una dificultades, tiene la oportunidad de encontrar la solidaridad entre las personas. Lo mismo le pasó a Geraldine Mejía, una joven que pasó casi la mitad de su vida en Valencia luego de viajar desde República Dominicana para reunir a su familia, o a Mayerlin Carabali, casi de su misma edad, trabajando en una dinámica de producción.

Este es el primer trabajo que tiene desde que llegó a Colombia. A su lado están los educadores sociales que les apoyan durante todo el proceso. Les enseñan habilidades sociales pero también les ayudan a prepararse para las entrevistas de trabajo, porque el objetivo final de este programa, en el que pueden permanecer hasta tres años, es la empleabilidad.

Por supuesto que hay casos exitosos pero también hay casos fallidos. Para nosotros lo más importante es que sepan desenvolverse en la sociedad a pesar de los problemas que enfrentan, porque muchas personas tienen adicciones difíciles de controlar, explica uno de los directivos. Cáritas abrió esta semana las puertas de su fábrica para anunciar un proyecto del que se siente especialmente orgullosa, ya que una de cada cinco personas implicadas en el itinerario de inserción socioprofesional ha conseguido reinsertarse en el mercado laboral.

El año pasado acompañaron a 68.065 personas en un viaje donde personas como María Georgina Navarrete dieron un rostro y una historia. Habló de superación personal tras la ruptura. Madre de tres hijos, ingresó al programa hace siete años y solicitó un ascenso interno hace tres, lo que la convierte hoy en técnica calificada.

“Le encanta su trabajo”, dijo con una sonrisa radiante. La fábrica de Riba-roja cuenta con diferentes puntos de clasificación de ropa usada y forma parte del proyecto de la cooperativa Moda Re, que se enorgullece de ser un importante operador de recogida y reciclaje de ropa usada en España y una de las mayores fábricas de Europa. Un total de 44.000 toneladas de textiles, zapatos e incluso juguetes -el 44% de todo el textil recogido en España- llegaron tras recogerlos en 8.038 contenedores sensoriales para agilizar la gestión.

Manuel León, director de Moda Re-, explica que nueve de cada diez prendas acaban en los vertederos. Como parte del programa se contrataron 1.315 personas y participaron más de 2.000 voluntarios. Moda Re-, como cooperativa sin ánimo de lucro centrada en la creación de empleo inclusivo, cuenta con más de 1.400 trabajadores y está formada por 44 Cáritas Diócesis.

Aurora Aranda, directora de Cáritas Valencia, dijo que este es el mejor ejemplo de cómo la rentabilidad sostenible puede servir a la gente. Cuando terminó el recorrido, los trabajadores continuaron descargando toneladas de ropa. La primavera ya está aquí y es el momento de un cambio de armario, un buen momento para permanecer abiertos a quienes más lo necesitan.

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