Salud

Incontinencia urinaria masculina

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El diagnóstico inicia con una historia clínica detallada, evaluación de los síntomas, examen físico y análisis de orina.

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El diagnóstico inicia con una historia clínica detallada, evaluación de los síntomas, examen físico y análisis de orina.

Los hombres también padecen incontinencia urinaria. Hoy abordamos el tema con definición, diagnóstico, causas y tratamiento.

La incontinencia urinaria masculina es la pérdida involuntaria de orina, una condición que afecta significativamente la calidad de vida de muchos hombres, sobre todo a partir de los 45 años.

Si bien comúnmente se asocia con la edad, puede aparecer en cualquier etapa de la vida y está subdiagnosticada debido a la vergüenza o al desconocimiento de muchos hombres.

La incontinencia urinaria es la pérdida incontrolada de orina. Puede presentarse como pequeñas fugas al toser o hacer esfuerzo (incontinencia de esfuerzo), una urgencia repentina por orinar (incontinencia de urgencia), o una combinación de ambas (mixta). También puede haber goteo post-miccional o incontinencia continua posterior a cirugía prostática.

El diagnóstico comienza con una historia clínica detallada, evaluación de síntomas, examen físico y análisis de orina. Se pueden emplear cuestionarios validados, estudios urodinámicos, sonografía vesical y pruebas específicas para medir el volumen residual post-miccional. Es crucial descartar infecciones, obstrucción prostática o enfermedades neurológicas.

Las causas principales incluyen: – Cirugía prostática (especialmente cirugía por cáncer de próstata, prostatectomía radical) – Hiperplasia prostática benigna (HPB), o crecimiento de la próstata. – Trastornos neurológicos como enfermedad de Parkinson o esclerosis múltiple – Diabetes mellitus – Infecciones urinarias – Obesidad y envejecimiento.

El manejo depende de la causa y el tipo de incontinencia. Se clasifica en:

– Tratamiento conservador: incluye ejercicios del suelo pélvico (Kegel), modificación de hábitos (como reducir el consumo de cafeína), y fisioterapia.

– Tratamiento farmacológico: antimuscarínicos o beta-3 agonistas para la vejiga hiperactiva; y bloqueadores alfa en casos de crecimiento de la próstata.

– Tratamiento quirúrgico: incluye el implante de esfínter urinario artificial, cabestrillos uretrales y procedimientos para tratar obstrucciones prostáticas.

La incontinencia urinaria masculina es tratable. Un enfoque multidisciplinario mejora significativamente los resultados. Consultar a tiempo al urólogo permite un diagnóstico adecuado y opciones terapéuticas eficaces que devuelven calidad de vida al paciente.

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